Alerta mundial: Atún podría extinguirse en un año
Los atunes esperan medidas para frenar su pesca incontrolada.Las reservas comerciales de esta especie no resistirán el actual ritmo de captura, diez veces mayor que en la década del '50. El sushi cobró su primera víctima: el atún ocupa uno de los primeros lugares de la lista de especies afectadas por la sobrepesca en los océanos del mundo. El Mercurio 23 de enero de 2007.
Marcela Carrasco Cabello
La alta demanda por su saludable carne -rica en aceite Omega 3- ha aumentado su captura a niveles que ponen en peligro su supervivencia. Cada año se pescan más de cuatro millones de toneladas.
Un tercio corresponde a pesca ilegal y no declarada, la cual reporta cerca de US$ 581 millones al año (unos 314 mil millones de pesos).Como consecuencia de su captura indiscriminada, el número de atunes de aleta azul del Atlántico -en edad de reproducción- ha disminuido en un 80% en los últimos 30 años. Los atunes rojos del Mediterráneo corren una suerte similar. Sus reservas de crías se han visto reducidas en un 90%.
La crítica situación de estos peces ha reunido desde el lunes a representantes de sesenta países en la ciudad nipona de Kobe. Curiosamente, la reunión se lleva a cabo en Japón, el país líder en el consumo de este pescado.
Ni en latas
Según el director del Programa Marino del Fondo para la Conservación de la Naturaleza, Simon Cripps, uno de los motivos de la severa disminución de las reservas de atún es la despreocupación gubernamental.
"Muchos gobiernos cierran los ojos ante la pesca ilegal y no sancionan a quienes violan las reglas", sostuvo Cripps.A modo de ejemplo, Cripps citó las presiones de la Unión Europea -en particular de Francia- para que se aprobara una cuota de pesca de 29 mil 500 toneladas para este año, cuando el máximo debería ser de 15 mil.
La reunión de los Organismos Regionales para la Pesca busca acordar un plan de acción para proteger las reservas de atún.Entre las propuestas, se discutirá la creación de un sistema de monitoreo. La idea es exigir que cada pescador produzca certificados de origen, que permitan rastrear los ejemplares desde que son capturados en el océano hasta su venta en el mercado.