Saturday, April 21, 2007

ALERTA: LULA PRIVATIZA, SE BUSCA TERMINAR CON LA AMAZONIA


No tenemos ya más armas que ser muchos y gritar al mismo tiempo. El Congreso de Brasil está a punto de votar un proyecto de ley que reducirá la superficie de la selva amazónica a un 50% de su tamaño actual. Te llevará nada más que UN MINUTO leer lo que sigue, pero por favor tómate el tiempo que quieras y luego añade tu nombre a la lista antes de pasarla a tu lista de correos. Si ellos crearon estos medios para enriquecerse y aumentar su poder, nosotros se lo vamos a decir por este canal. Se que funciona porque ya he visto dos casos en que miles de firmas inundaron los despachos de los políticos y tuvieron que parar una ley que estaba vigente. El área que va a ser deforestada tiene más o menos 4 veces la superficie de Portugal y se proponen destinarla principalmente la agricultura y al pastoreo de ganado. Toda la madera que se saque será vendida en el mercado internacional como "chips" (astillas) por grandes compañías multinacionales. Lo cierto es que el suelo sobre el que crece la selva amazónica es inútil sin su cobertura selvática. Tiene una acidez muy alta y la región es muy susceptible a las inundaciones. En la actualidad más de 160.000 km2 de tierras deforestadas para la agricultura y ganadería yacen abandonadas y en proceso de convertirse en desiertos. La reducción de la masa boscosa (para convertirla en astillas) también dará un significativo incremento de la cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera, lo cual agravará la alteración climática que ya sufre el planeta. Sencillamente, no podemos permitir que esto ocurra. Si estas EN CONTRA de este Proyecto por favor copia este texto en un nuevo correo, agrega tu nombre completo a la lista que se da más abajo, y envíalo a toda la gente que conozcas. No recurras a la función REENVíO porque esto agrega ">" cada vez, y molesta a la lectura. Copia y pega el texto. Si eres la persona nº: 1000 de la lista, envía una copia a: fsaviolo@openlink.com.br Muchas gracias por tu ayuda.



http://www.avizora.com/atajo/informes/brasil_textos/0004_lula_privatiza_amazonas.htm

Tuesday, April 17, 2007

La crítica marxista a las libertades públicas de la sociedad burguesa

Julio Pino
La Jiribilla

En La cuestión judía 1844, uno de los dos únicos artículos escritos por Marx para la publicación parisina Anales franco – alemanes, se desprende, entre tantas, una tesis sobre la que quiero, por su importancia y actualidad política, exponer ante el lector una reflexión:
La crítica marxista a las libertades públicas de las sociedades burguesas reviste un carácter complejo no simple.

El análisis que busca demostrar la invalidación de esas libertades dentro del marco de la sociedad burguesa ─libertad individual; libertad de pensamiento; libertad de prensa; libertad de reunión y asociación; y libertad de gobierno bajo la forma del sufragio universal─, aunque parte como premisa que una sociedad basada en el régimen de la propiedad y el interés privado no está capacitada para desarrollar una verdadera democracia, el modo en que se expresa socialmente esa incapacidad política no constituye, ni tampoco se resume, en una negación simplista de la existencia de dichas libertades.
O sea, esas libertades se encuentran de un modo siempre relativo implicadas en el entramado social de casi todas las sociedades occidentales, pero no nos liberan. El marco jurídico desde el cual fueron elaborados por los filósofos del siglo XVIII los derechos del hombre más la práctica política de las dos grandes revoluciones político burguesas de ese siglo ─la norteamericana y la francesa─, todavía cumple su abstracta vigencia y su relativa verificación legal en cada individuo, que es reconocido por el Derecho, de esas sociedades.

Entonces, ¿qué es lo que ocurre?

Siguiendo la lectura de la exposición del pensamiento de Marx en ese citado artículo de la revista Anales franco – alemanes, encontramos lo que en principio creímos era una paradoja antes de empezar a desatar el ovillo de su lógica: La propiedad y el interés privado lejos de inhabilitar a las llamadas libertades públicas hacen que éstas constituyan su realización política. Porque es mediante el ejercicio legal de esas libertades jurídicas que al individuo burgués le es garantizado poder restringir su acción social dentro del exclusivista espacio de su interés privado y su peculado particular. Dicho entonces con palabras de Marx: “Los llamados derechos universales del hombre no se basan en la unión social, sino en la separación del hombre con respecto al hombre”.

No porque no se cumplan en la práctica esas libertades es que deja de verificarse la democracia social bajo el capitalismo, sino porque relativamente se cumplen es que esas sociedades quedan incapacitadas para la gestión democrática que haría realmente posible la igualdad social y la participación colectiva en la gestión política y económica.
En la base de esa distancia creada por la ley jurídica entre los ciudadanos solo hace papel de intermediario el interés, el cual por un lado es el artífice egoísta de la soledad humana en las sociedades burguesas, y, por otro, es el elemento ínter conectivo que liga al hombre privado con el resto de los intereses de los individuos privados.

Los intereses de los individuos privados solo pueden sumarse abstractamente, pues la verdad de esa suma sólo puede ser positivamente sancionada por un concepto puramente legal: el Derecho, el cual le entrega una relativa libertad jurídica a los individuos. Mientras que el Estado burgués no es otra cosa que la generalización positiva del interés privado devenido en sociedad política.
La crítica de Carlos Marx va dirigida a la esencia misma de la llamada democracia burguesa. Explicándonos el concepto del Estado burgués, Marx nos dice además que la burguesía marchó a la revolución política en los siglos XVIII y XIX en aras de la emancipación económica de la vieja sociedad civil. Para lograr esa emancipación hubo primero que despolitizar la vida económica; es decir, separar lo que estaba unido en la Edad Media: el interés público y el interés privado; la propiedad y el Estado.

Del mismo modo que la sociedad moderna de tipo burgués quedó fundada por la separación de la sociedad civil ─las necesidades materiales del ser humano─, y el Estado político ─los intereses generales del hombre público─, la sociedad medieval estuvo principalmente estructurada en dos estamentos sociales: el clero y la nobleza, donde en cada uno de ellos se realizaba por igual la sociedad económica ─la propiedad feudal de la tierra─, y la sociedad política ─la organización seglar y secular de los intereses colectivos─. O sea, estos dos estamentos ─prefiguraciones ambos del Estado contemporáneo─, se repartían entre ellos el poder político y la propiedad de la tierra que era la forma básica de la propiedad feudal.

La transformación social que se fue poco a poco gestando desde los siglos finales de la Edad Media posibilitó la liberación económica del tercer estamento frente al antiguo Orden Feudal: la sociedad baja, el pueblo, aunque representado principalmente por el habitante más prospero de las ciudades, el burgués localizado bajo la forma básica del comerciante. La alianza de la burguesía de las ciudades con los campesinos y plebeyos produjo a la larga la victoria ante el Orden Feudal. De este modo la burguesía, en su papel de rectora ideológica y conductora política de las masas oprimidas, se sintió envestida de un programa universal de liberación ─portadora de un legado antigenealógico y antirracial de la riqueza y el poder─, el cual sobre la base de una revolución política ─la llegada al poder del Tercer Estado, Francia 1789─ crearía las condiciones jurídicas para la igualdad social y la fraternidad humana.
Fueron de estos modos erigidos, desde la Filosofía del siglo XVIII y para el pensamiento político de toda una época altamente revolucionaria, los derechos del hombre frente a una medievalidad, que para decirlo con palabras de Federico Engels, “no conoció en lo absoluto los derechos del sujeto.”

Mas, el sujeto humano que aparece como nuevo concepto con las revoluciones burguesas que reclama para sí, y ante la historia moderna, sus reivindicaciones económicas y políticas, es un sujeto profundamente escindido entre sus apetencias y necesidades naturales ─la base humana y material de las que vive y dispone─, y su humanidad abstracta, el hombre genérico, concebido para ejercer estrictamente sus derechos dentro del espacio jurídico en que se organiza políticamente la sociedad.

Lo que a todas luces parece suceder es que en el Estado burgués al ser la institución más acabada en que se organiza la vida política de los ciudadanos bajo el capitalismo, el cual ha sido concebido al margen de lo que ocurre en la sociedad civil, la libertad del individuo adquiere la forma exclusiva de una libertad nominal en cuanto estrictamente política.
Con respecto a esto último Marx comenta aproximadamente que la desigualdad social, engendrada por la propiedad privada opuesta el beneficio público, queda suprimida sólo idealmente cuando el desposeído se convierte ─al ejercer el sufragio universal─, en legislador de los que poseen.

De este modo el bello sueño filosófico de la burguesía original ─ coautora política junto al pueblo de las tres revoluciones francesas y de la revolución norteamericana─, terminó elaborando, para los primeros tiempos de la Modernidad capitalista, una utopía jurídica porque la separación abisal entre el hombre natural, regido por el reino material de la necesidad, y el hombre público, regido por la noción especulativa del Derecho, es del todo arbitraria y solo puede ser sancionada positivamente en nombre de una jurisprudencia abstracta.
Es decir, dicho con palabras que por su sentido pueden pertenecer al pensamiento marxista: Todo lo que hay de irresuelto, inacabado y moribundo en el Tercer Estado resulta de una figura ideológica que nos propone con insistencia la desgarradora escisión del hombre en dos mundos ─el mundo de las ideas y el de la vida material─, y que, por consiguiente pretende hacer imposible la revolución humana de la que hablaban con énfasis Carlos Marx y Federico Engels en los tempranos años 40 del siglo XIX.

De este modo el Estado político moderno ─síntesis ideológica de las instituciones burguesas─, plantea haber resuelto el problema de la libertad humana totalmente al margen de lo que en verdad ocurre en la sociedad civil, del mismo modo que para el creyente de la Edad Media le era posible concebir la completa igualdad en el Cielo y la sumisión más bárbara en la Tierra. La desigualdad económica incuba y expresa constantemente desde su seno la desigualdad política.
Es que es necesario entender que no hay una humanidad abstracta y otra concreta y que no puede existir por tanto el divorcio de dos mundos realmente complementarios representado, uno, por las relaciones sociales de dominación que engendran el Estado político, y otro, por las relaciones de explotación que se contraen en la sociedad civil.

Es necesario también recordar que el Estado político moderno posee una interpretación social del Derecho la cual no pudo jamás haber nacido al margen del desarrollo histórico de la economía y la industria. Es decir, es un Estado que se encuentra sociohistóricamente determinado y, por tanto, una concepción puramente especulativa del Derecho, como la que brinda la burguesía histórica, no puede resolver los problemas que nos plantea la redención humana.

El Estado político burgués es la expresión jurídica de su sociedad civil, aunque bajo la forma relativamente autónoma que reviste su cielo especulativo en el que el Derecho burgués dice constantemente ser la realización jurídica de la libertad, aunque estrictamente unido en la práctica social a su naturaleza económica, la cual implica lo que realmente es el Estado: La cuartada legal del interés privado.

Así el cuerpo jurídico que porta consigo el Estado político representa, desde un punto de vista humano, lo que hay de virtud y de enajenación en la sociedad burguesa: la igualdad de todos los hombres ante la ley y la competencia económica más desaforada del individuo frente al resto de los individuos; la libertad jurídica del individuo ante el Estado y la desigualdad humana más profunda. De este modo la verdad de la ley no es otra que la exclusiva verdad del hombre abstracto, reconstruido ideológicamente por el Derecho burgués dentro del contexto socio histórico de las sociedades capitalistas.

Para resumir estas ideas puedo añadir que frente a las concepciones abstractas del Derecho burgués que buscan restringir a la cosa pública frente al interés individual y su peculado, José Martí, el Apóstol de nuestra independencia nacional, resumió en una revista para niños su concepción personal del Derecho:

“Libertad es el derecho que tiene todo hombre a ser honrado, y a pensar y hablar sin hipocresía.” Las llamadas libertades capitalistas pueden, sin duda, habilitar jurídicamente al hombre para el constante ejercicio de su interés privado, pero la libertad entendida como el derecho humano a la honradez económica y al constante ejercicio de la sinceridad política pertenece, por su propia esencia, a la siempre preterida realización histórica de la condición humana.

Friday, April 13, 2007

Una Temporada en el Infierno



Por Jean Arthur RimbaudVersión desconocida



Antaño, si mal no recuerdo, mi vida era un festín donde corrían todos los vinos, donde se abrían todos los corazones.Una noche, senté a la Belleza en mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié.Yo me he armado contra la justicia.Yo me he fugado. ¡Oh brujas, oh miseria, odio, mi tesoro fue confiado a vosotros!Conseguí desvanecer en mi espíritu toda esperanza humana. Sobre toda dicha, para estrangularla, salté con el ataque sordo del animal feroz.Yo llamé a los verdugos para morir mordiendo la culata de sus fusiles. Invoqué a las plagas, para sofocarme con sangre, con arena. El infortunio fue mi dios. Yo me he tendido cuan largo era en el barro. Me he secado en la ráfaga del crimen. Y le he jugado malas pasadas a la locura.Y la primavera me trajo la risa espantable del idiota.Ahora bien, recientemente, como estuviera a punto de exhalar el último ¡cuac! pensé en buscar la llave del antiguo festín, en el que acaso recobrara el apetito.Esa llave es la caridad. ¡Y tal inspiración demuestra que he soñado!"Tú seguirás siendo una hiena, etc... declara el demonio que me coronó con tan amables amapolas. "Gana la muerte con todos tus apetitos, y con tu egoísmo y con todos los pecados capitales".¡Ah! ¡por demás los tengo! Pero, caro Satán, os conjuro a ello, ¡menos irritación en esos ojos! Y a la espera de las pocas y pequeñas cobardías que faltan, desprendo para vos, que amáis en el escritor la ausencia de facultades descriptivas o instructivas, unas cuantas páginas horrendas de mi carnet de condenado.
La mala sangre
De mis antepasados galos, tengo los ojos azul pálido, el cerebro pobre y la torpeza en la lucha. Me parece que mi vestimenta es tan bárbara como la de ellos. Pero yo no me unto de grasa la cabellera.Los galos fueron los desolladores de animales, los quemadores de hierbas más ineptos de su época. Les debo: la idolatría y la afición al sacrilegio; ¡oh! todos los vicios, cólera, lujuria, la lujuria, magnífica; sobre todo, mentira y pereza.Siento horror por todos los oficios. Maestros obreros, todos campesinos, innobles. La mano en la pluma equivale a la mano en el arado. -¡Qué siglo de manos!- Yo jamás tendré una mano. Además, la domesticidad lleva demasiado lejos. La honradez de la mendicidad me desespera. Los criminales asquean como castrados: yo, por mi parte, estoy- intacto y eso me da lo mismo.Pero, ¿qué es lo que ha dotado a mi lengua de tal perfidia, para que hasta aquí haya guardado y protegido mi pereza? Sin ni siquiera servirme de mi cuerpo para vivir y más ocioso que el sapo, he subsistido dondequiera. No hay familia en Europa a la que no conozca. -Hablo de familias como la mía, que todo se lo deben a la Declaración de los Derechos del Hombre-. ¡He conocido cada hijo de familia!¡Si yo tuviera antecedentes en un punto cualquiera de la historia de Francia!Pero no, nada.Me resulta bien evidente que siempre he sido de raza inferior. Yo no puedo comprender la rebelión. Mi raza no se levantó jamás sino para robar: así los lobos al animal que no mataron.Rememoro la historia de Francia, hija mayor de la Iglesia. Villano, hubiera yo emprendido el viaje a Tierra Santa; tengo en la cabeza rutas de las llanuras suabas, panoramas de Bizancio, murallas de Solima, el culto de liaría, el enternecimiento por el Crucificado, despiertan en mí entre mil fantasías profanas. Estoy sentado, leproso, sobre ortigas y tiestos rotos, al pie de un muro roído por el sol. Más tarde, reitre, hubiera vivaqueado bajo las noches de Alemania.Ah, falta aún: danzo en el aquelarre, en un rojo calvero, con niños y con viejas.Mis recuerdos no van más lejos que esta tierra y que el cristianismo. Nunca acabaré de verme en ese pasado. Pero siempre solo; sin familia; hasta esto, ¿qué lengua hablaba? Jamás me veo en los consejos del Cristo; ni en los consejos de los Señores, representantes del Cristo.¿Qué era yo en el siglo pasado? Sólo hoy vuelvo a encontrarme. No más vagabundos, no más guerras vagas. La raza inferior lo ha cubierto todo -el pueblo, como dicen-; la razón, la nación y la ciencia. ¡Oh, la ciencia! Todo se ha hecho de nuevo. Para el cuerpo y para el alma -el viático- tenemos la medicina y la filosofía-los remedios de comadres y los arreglos de canciones populares. ¡Y las diversiones de los príncipes y los juegos que ellos prohibían! ¡Geografía, cosmografía, mecánica, química! ...¡La ciencia, la nueva nobleza! El progreso. ¡El mundo marcha! ¿Por qué no había de girar?Es la visión de los números. Vamos al Espíritu. Esto es muy cierto, es oráculo esto que digo. Lo comprendo, pero como no sé explicarme sin palabras paganas, querría callar.La sangre pagana renace. El Espíritu está cerca, ¿por qué no me ayuda Cristo dando a mi alma nobleza y libertad? ¡Ay, el Evangelio ha fenecido! ¡El Evangelio! El Evangelio.Yo espero a Dios con gula. Soy de raza inferior por toda la eternidad.Heme aquí en la playa armoricana. Ya pueden iluminarse de noche las ciudades. Mi jornada ha concluido; dejo la Europa. El aire marino quemará mis pulmones; me tostarán los climas remotos. Nadar, aplastar la hierba, cazar, fumar sobre todo; beber licores fuertes como metal fundido --como hacían esos caros antepasados en torno de las hogueras.Regresaré con miembros de hierro, la piel oscura, los ojos furiosos: de acuerdo a mi máscara, me juzgarán de raza fuerte. Tendré oro: seré ocioso y. brutal. Las mujeres cuidan a esos inválidos feroces que retornan de las tierras calientes. Me inmiscuiré en los asuntos políticos. Salvado.Ahora estoy maldito, tengo horror de la patria. Lo mejor es un sueño bien ebrio, sobre la playa.
No hay tal partida. Retomemos los caminos de aquí, cargado con mi vicio, el vicio que ha hundido sus raíces de sufrimiento en mi flanco desde la edad de la razón, que sube al cielo, me golpea, me derriba, me arrastra.La última timidez y la última inocencia. Está dicho. No mostrar al mundo mis ascos y mis traiciones. ¡Vamos! La caminata, el fardo, el desierto, el hastío y la cólera.¿A quién alquilarme? ¿Qué bestia hay que adorar? ¿Qué santa imagen atacamos? ¿Qué corazones romperé? ¿Qué mentira debo sostener? ¿Entre qué sangre caminar?Mas vale guardarse de la justicia. La vida dura, el simple embrutecimiento, levantar, con el puño seco, la tapa del ataúd, sentarse, sofocarse. Así, nada de vejez, ni de peligros: el terror no es francés.-¡Ah! estoy tan desamparado, que ofrezco a cualquier divina imagen mis ímpetus de perfección. ¡Oh mi abnegación, oh mi caridad maravillosa! ¡Aquí abajo, no obstante!De profundis Domine, ¡si seré tonto!
Muy niño aún, admiraba yo al galeote intratable sobre el que siempre vuelve a cerrarse la prisión; visitaba las posadas y los albergues que él hubiera consagrado habitándolos; veía a través de su idea el cielo azul y el florido trabajo de los campos; husmeaba su fatalidad en las ciudades. Y él tenía más fuerza que un santo, más sentido común que un viajante)-y sólo se tenía a sí, ¡a sí mismo! como testigo de su razón y de su gloria.En las rutas, durante las noches de invierno, sin techo, sin ropas, sin pan, una voz me estrujaba el corazón helado: "Flaqueza o fuerza: ya está, es la fuerza. Tú no sabes adónde vas, ni por qué vas, entra en todas partes, responde a todo. No han de matarte más que si ya fueras un cadáver". A la mañana, tenía la mirada tan perdida y tan muerto el semblante que los que se encontraban conmigo acaso no me vieron.En las ciudades, el barro se me aparecía de pronto rojo y negro, como un espejo cuando la lámpara circula en la pieza vecina, ¡como un tesoro en la selva! Buena suerte, gritaba yo, y veía en el cielo un mar de humo v de llamas; y a derecha, y, a izquierda, todas las riquezas ardían como un millar de rayos.Pero la orgía y la camaradería de las mujeres me estaban prohibidas. Ni siquiera un compañero. Yo me veía ante una muchedumbre exasperada, frente al pelotón de ejecución, llorando la desgracia de que no hubieran podido comprender, ¡y perdonando! ¡Como Juana de Arco! "Sacerdotes, profesores, maestros, os equivocáis al entregarme a la justicia. Jamás he pertenecido a este pueblo; yo no he sido jamás cristiano; yo soy de la raza que cantaba en el suplicio; no comprendo las leyes; no tengo sentido moral, soy una bestia: os estáis equivocando ..."Sí, tengo los ojos cerrados a vuestra luz. Yo soy un animal, un negro. Pero yo puedo ser salvado. Vosotros sois falsos negros, vosotros maniáticos, feroces, avaros. Mercader, tú eres negro; magistrado, tú eres negro; general, tú eres negro; emperador, vieja comezón, tú eres negro: tú has bebido un licor no tasado, de la fábrica de Satán. Este pueblo está inspirado por la fiebre y el cáncer. Inválidos y viejos son tan respetables, que merecen ser hervidos. Lo más discreto es abandonar este continente, donde ronda la locura para proveer de rehenes a esos miserables. Entro en el verdadero reino de los hijos de Cam.¿Conozco al menos la naturaleza? ¿Me conozco? Basta de palabras. Sepulto a los muertos en mi vientre. ¡Gritos, tambor, danza, danza, danza, danza! Ni siquiera se me ocurre que a la hora en que los blancos desembarquen, yo caeré en la nada.¡Hambre, sed, gritos, danza, danza, danza, danza!Los blancos desembarcan. ¡El cañón! Hay que someterse al bautismo, vestirse, trabajar.He recibido en el corazón el rayo de la gracia. ¡Ah, no lo había previsto!No he cometido mal alguno. Los días me van a ser ligeros, me será ahorrado el arrepentimiento. No habré padecido los tormentos del alma casi muerta para el bien, en la que vuelve a subir la luz, severa como los cirios funerarios. La suerte del hijo de familia, féretro prematuro cubierto de límpidas lágrimas. No hay duda de que el libertinaje es tonto, el vicio es tonto; hay que arrojar lejos la podredumbre. ¡Pero el reloj no habrá llegado a sonar solamente la hora del puro dolor! ¿Voy a ser arrebatado como un niño para jugar en el paraíso olvidado de toda la desgracia?¡Pronto! ¿Hay otras vidas? El sueño en medio de la riqueza es imposible. La riqueza siempre ha sido bien público. Sólo el amor divino otorga las llaves de la ciencia. Veo que la naturaleza no es más que un espectáculo de bondad. Adiós quimeras, ideales, errores.El canto razonable de los ángeles se alza desde el navío salvador: es el amor divino. ¡Dos amores! Puedo morir de amor terreno, morir de abnegación. ¡Yo he dejado almas cuya pena se acrecentará con mipartida! Vos me elegisteis de entre los náufragos; ¿no son amigos míos los que quedan?¡Salvadlos!Me nació la razón. El mundo es bueno. Bendeciré la vida. Amaré a mis hermanos. Estas no son ya promesas infantiles. Ni la esperanza de escapar a la vejez y a la muerte. Dios es mi fuerza y yo alabo a Dios.
El hastío ha dejado de ser mi amor. Las cóleras, los libertinajes, la locura -cuyos impulsos y desastres conozco-, todo mi fardo está en el suelo. Apreciemos sin vértigo la extensión de mi inocencia. Ya no sería capaz de pedir la confortación de un apaleo. No me creo embarcado para unas bodas, con Jesucristo por suegro.No soy prisionero de mi razón. He dicho: Dios. Quiero la libertad en la salvación: ¿cómo alcanzarla? Me abandonaron las aficiones frívolas. Ya no necesito la abnegación ni el amor divino. No echo de menos el siglo de los corazones sensibles. Cada cual tiene su razón, desprecio y caridad: retengo mi sitio en la cúspide de esta angélica escala de buen sentido.En cuanto a la felicidad establecida, doméstica o no... no, no puedo. Estoy demasiado disperso, demasiado débil. La vida florece por el trabajo, vieja verdad: en cuanto a mí, mi vida no es suficientemente pesada, vuela y flota lejos por encima de la acción, ese caro lugar del mundo.¡Cómo me vuelvo solterona, lo que me falta el coraje de amar la muerte!Si Dios me concediera la calma celeste, aérea, la plegaria, como a los antiguos santos. ¡Los santos! ¡qué fuertes! Los anacoretas, ¡artistas como ya no los hay!¡Farsa continua! Mi inocencia me da ganas de llorar. La vida es la farsa en la que todos figuramos.
¡Basta! He aquí el castigo. ¡En marcha! ¡Ah, los pulmones arden, las sienes zumban! ¡La noche rueda por mis ojos, con todo este sol! El corazón ... los miembros ...Adónde vamos? ¿A1 combate? ¡Yo soy débil! Los otros avanzan. Las herramientas, las armas... ¡el tiempo!...¡Fuego! ¡Fuego sobre mí! ¡Aquí! O me rindo. ;Cobardes! ¡Yo me mato! ¡Yo me tiro alas patas de los caballos!¡Ah! ...-Ya me acostumbraré.¡Eso sería la vida francesa, el sendero del honor!
Noche del infiernoHe bebido un enorme trago de veneno. ¡Bendito tres veces el consejo que ha llegado hasta mí! Me queman las entrañas. La violencia del veneno me retuerce los miembros, me vuelve deforme, me derriba. Me muero de sed, me ahogo, no puedo gritar. ¡Es el infierno, la pena eterna! ¡Ved cómo se alza el fuego! Ardo como es debido. ¡Anda, demonio!Yo había entrevisto la conversión al bien y a la felicidad, la salvación. ¡Pero cómo describiría mi visión, si el aire del infierno no soporta los himnos! Eran millones de criaturas encantadoras, un suave concierto espiritual, la fuerza y la paz, las nobles ambiciones, ¿qué sé yo?¡Las nobles ambiciones!¡Y esto sigue siendo la vida! ¡Si la condenación es eterna! Un hombre que se quiere mutilar está bien condenado, ¿no es así? Yo me creo en el infierno, luego estoy en él. Esto es el catecismo realizado. Soy esclavo de mi bautismo. Padres, habéis hecho midesgracia y la vuestra. ¡Pobre inocente! El infierno no puede atacar a los paganos. ¡Esto sigue siendo la vida! Más tarde, las delicias de la condenación serán más profundas. Un crimen, pronto, y que caiga yo en la nada, según la ley humana.¡Pero calla, cállate! ... Aquí están la vergüenza, el reproche: Satán que dice que el fuego es innoble, que mi cólera es espantosamente estúpida. ¡Basta! ... Son errores que me susurran, magias, perfumes falsos, músicas pueriles. -Y decir que yo poseo la verdad, que veo la justicia: tengo un juicio sano y firme, estoy a punto para la perfección... Orgullo-. La piel del cráneo se me deseca. ¡Piedad! Señor, tengo miedo. ¡Tengo sed, tanta sed! Ah, la infancia, la hierba, la lluvia, el lago sobre las piedras, el claro de luna cuando en el campanario sonaban las doce... a esa hora el diablo está en el campanario. ¡María! ¡Virgen Santa!... Horror de mi estulticia.Allá lejos, ¿no hay almas honestas que me quieren bien?... Venid... Tengo una almohada sobre la boca y ellas no me oyen, son fantasmas. Además, nadie piensa nunca en los otros. Que no se me acerquen. Es seguro que huelo a chamusquina.Las alucinaciones son innumerables. Esto es de veras lo que me pasó siempre: ninguna fe en la historia, olvido de todos los principios. Me lo callaré:Poetas y visionarios se pondrían celosos. Yo soy mil veces más rico, seamos avaros como el mar.¡Ah, es eso! El reloj de la vida se ha detenido hace un momento. Ya no estoy en el mundo. La teología es seria, el infierno está ciertamente abajo -y el cielo arriba-. Éxtasis, pesadilla, sueño en un nido de llamas.Cuántas malicias para atender los campos ... Satán, Fernando, corre con las semillas silvestres... Jesús camina sobre las zarzas purpúreas, sin doblarlas... Jesús caminaba sobre las aguas irritadas. La linterna nos lo mostró de pie, blanco y las crenchas brunas, en el flanco de una ola de esmeralda ...Voy a descorrer el velo de todos los misterios: misterios religiosos o naturales, muerte, nacimiento, porvenir, pasado, cosmogonía, nada. Yo soy maestro en fantasmagorías.¡Escuchad! ...¡Yo tengo todos los talentos! Aquí no hay nadie y hay, alguien: no querría derrochar mi tesoro. ¿Queréis cantos negros, danzas de huríes? ¿Queréis que desaparezca, que me hunda en busca del anillo? ¿Lo queréis? Fabricaré oro, medicamentos.Fiaos en mí, la fe consuela, guía, cura. Venid, todos, hasta los niños pequeños, para que os consuele, para que se prodigue en vosotros su corazón, ¡el corazón maravilloso! ¡Pobres hombres, trabajadores! No pido plegarias; con sólo vuestra confianza, seré feliz.Y pensemos en mí. Esto hace que añore poco el mundo. Tengo la suerte de no sufrir más. Mi vida fue sólo una serie de dulces locuras, es lamentable.¡Bah! Hagamos todas las muecas imaginables. Decididamente, estamos fuera del mundo. No más sonido. Mi tacto desapareció. ¡Ah! mi castillo, mi Sajonia, mi bosque de sauces. Las tardes, las mañanas, las noches, los días... ¡Si estaré cansado!Yo debería tener un infierno para mi cólera, un infierno para mi orgullo, y el infierno de las caricias; un concierto de infiernos.Me muero de cansancio. Esto es la tumba, voy hacia los gusanos, ¡horror de los horrores! Satán, farsante, tú quieres disolverme con tus hechizos. Yo reclamo. ¡Yo reclamo un golpe de tridente, una gota de fuego!¡Ah, subir de nuevo a la vida! ¡Poner los ojos sobre nuestras deformidades! ¡Y ese veneno, ese beso mil veces maldito! ¡Mi flaqueza, la crueldad del mundo! ¡Dios mío, piedad, ocultadme, me siento demasiado mal! Estoy oculto y no lo estoy.Es el fuego que se alza con su condenado.
Delirios I
LA VIRGEN LOCA
EL ESPOSO INFERNAL
Escuchemos la confesión de un compañero de infierno:"Oh divino Esposo, mi Señor, no rechacéis la confesión de la más triste de vuestras sirvientas. Estoy perdida. Estoy borracha. Estoy impura. ¡Qué vida!"¡Perdón, divino Señor, perdón! ¡Ah, perdón! ¡Qué de lágrimas! ¡Y qué de lágrimas espero más tarde, todavía!"¡Más tarde, conoceré al divino Esposo! Yo nací sometida a El.-¡El otro puede golpearme ahora!"¡Ahora, estoy en el fondo del mundo! ¡Oh amigas mías!... no, no sois mis amigas... Jamás delirios ni torturas semejantes ... ¡Es idiota!"¡Ah! yo sufro, grito. Sufro en verdad. Sin embargo, todo me está permitido, cargada con el desprecio de los más despreciables corazones."En fin, hagamos esta confidencia, aunque haya de repetírsela veinte veces más, ¡igualmente sombría, igualmente insignificante!"Yo soy esclava del Esposo infernal, aquel que perdió a las vírgenes locas. Es precisamente ese demonio. No es un espectro, no es un fantasma. Pero a mí, que he perdido la prudencia, que estoy condenada y muerta para el mundo, ¡no me han de matar! ¡Cómo describíroslo! Ya ni siquiera sé hablar. Estoy de duelo, lloro, tengo miedo. ¡Un poco de frescura, Señor, si lo consentís, si así lo consentís!"Yo soy viuda ... Era viuda ... por cierto que sí, yo era muy seria antaño, ¡y no nací para convertirme en esqueleto!... El era casi un niño... Sus delicadezas misteriosas me sedujeron. Olvidé todo mi deber humano para seguirlo. ¡Qué vida! La verdadera vida está ausente. No pertenecemos al mundo. Yo voy adonde él va, no hay qué hacerle. Y a menudo él se encoleriza contra mí, contra mí, una pobre alma. ¡El Demonio! Porque es un Demonio, sabéis, no es un hombre."El dice: "Yo no amo a las mujeres. Hay que reinventar el amor, es cosa sabida. Ellas no pueden desear más que una posición segura. Conquistada la posición, corazón y belleza se dejan de lado: sólo queda un frío desdén, alimento del matrimonio hoy por hoy. O bien veo mujeres, con los signos de la felicidad, de las que yo hubiera podido hacer buenas camaradas, devoradas desde el principio por brutos sensibles como fogatas ...""Yo lo escucho hacer de la infamia una gloria, de la crueldad un hechizo. "Soy de raza lejana: mis padres eran escandinavos; se perforaban las costillas, se bebían la sangre. Yo me voy a hacer cortaduras por todo el cuerpo, me voy a tatuar, quiero volverme horrible como un mongol: ya verás, aullaré por las calles. Quiero volverme loco de rabia. Jamás me muestres joyas, me arrastraría y me retorcería sobre la alfombra. Mi riqueza, y o la querría toda manchada de sangre. Jamás trabajaré ...""Muchas noches, como su demonio se apoderara de mí, nos molíamos a golpes, ¡yo luchaba con él! Por las noches, ebrio a menudo, se embosca en las calles o en las casas, para espantarme mortalmente. "De veras, me van a cortar el pescuezo; va a ser asqueroso". ¡Oh! esos días en que quiere aparecer con aires de crimen."A veces habla, en una especie de dialecto enternecido, de la muerte que trae el arrepentimiento, de los desdichados que indudablemente existen, de los trabajos penosos, de las partidas que desgarran el corazón. En los tugurios donde nos emborrachábamos, él lloraba al considerar a los que nos rodeaban, rebaño de la miseria. Levantaba del suelo a los beodos en las calles oscuras. Sentía la piedad de una mala madre por los niños pequeños. Ostentaba gentilezas de niñita de catecismo. Fingía estar enterado de todo, comercio, arte, medicina. ¡Yo lo seguía, no había nada que hacer!"Veía todo el decorado de que se rodeaba en su imaginación; vestimentas, paños, muebles; yo le prestaba armas, otro rostro. Yo veía todo lo que lo emocionaba, como él hubiera querido crearlo para sí. Cuando me parecía tener el espíritu inerte, lo seguía, yo, en acciones extrañas y complicadas, lejos, buenas o malas: estaba segura de no entrar nunca en su mundo. Junto a su querido cuerpo dormido, cuántas horas nocturnas he velado, preguntándome por qué deseaba tanto evadirse de la realidad. Jamás hombre alguno tuvo ansia semejante. Yo me daba cuenta -sin temer por él- que podía ser un serio peligro para la sociedad. ¿Quizá tiene secretos para transformar !a vida? No, no hace más que buscarlos, me replicaba yo. En fin, su caridad está embrujada y soy su prisionera. Ninguna otra alma tendría suficiente fuerza -¡fuerza de desesperación!- para soportarla, para ser protegida y amada por él. Por lo demás, yo no me lo figuraba con otra alma: uno ve su Ángel, jamás el Ángel ajeno-según creo-. Yo estaba en su alma como en un palacio que se ha abandonado para no ver una persona tan poco noble como nosotros: eso era todo. ¡Ay! dependía de él por completo. ¿Pero qué pretendía él de mi existencia cobarde y opaca? ¡Si bien no me mataba, tampoco me volvía mejor! Tristemente despechada, le dije algunas veces: "Te comprendo". El se encogía de hombros."Así, como mi pena se renovara sin cesar, y como me sintiera más extraviada ante mis propios ojos -¡como ante todos los ojos que hubieran querido mirarme, de no haber estado condenada para siempre al olvido de todos!- tenía cada vez más y más hambre de su bondad. Con sus besos y sus abrazos amistosos, yo entraba realmente en un cielo, un sombrío cielo, en el que hubiera querido que me dejaran pobre, sorda, muda, ciega. Ya empezaba a acostumbrarme. Y nos veía a ambos, como a dos niños buenos, libres de pasearse por el Paraíso de la Tristeza. Nos poníamos de acuerdo. Muy emocionados, trabajábamos juntos. Pero después de una penetrante caricia, me decía: "Cuando yo ya no esté, qué extraño te parecerá esto por que has pasado. Cuando ya no tengas mis brazos bajo tu cuello, ni mi corazón para descansar en él, ni esta boca sobre tus ojos. Porque algún día, tendré que irme, muy lejos. Pues es menester que ayude a otros: tal es mi deber. Aunque eso no sea nada apetitoso... alm4a querida..." De inmediato yo me presentía, sin él, presa del vértigo, precipitada en la sombra más tremenda: la muerte. Y le hacía prometer que no me abandonaría. Veinte veces me hizo esa promesa de amante. Era tan frívolo como yo cuando le decía: "Te comprendo"."Ah, jamás he tenido celos de él. Creo que no ha de abandonarme. ¿Qué haría? No conoce a nadie, jamás trabajará. Quiere vivir sonámbulo. ¿Bastarían su bondad y su caridad para otorgarle derechos en el mundo real? Por momentos, olvido la miseria en que he caído: él me tornará fuerte, viajaremos, cazaremos en los desiertos, dormiremos sobre el empedrado de ciudades desconocidas, sin cuidados, sin penas. O yo me despertaré, y las leyes y, las costumbres habrán cambiado-gracias a su poder mágico-; el mundo, aunque continúe siendo el mismo, me dejará con mis deseos, con mis dichas, con mis indolencias. ¡Oh! me darás la vida de aventuras que existe en los libros para niños, como recompensa, por tanto como he sufrido? Pero él no puede. Yo ignoro su ideal. Me ha dicho que siente nostalgias, esperanzas: eso no debe concernirme. ¿Le habla a Dios?"Quizá debiera yo dirigirme a Dios. Estoy en lo más profundo del abismo, y ya no sé orar."Si él me explicara sus tristezas, ¿las comprendería yo mejor que sus burlas? Me ataca, pasa horas avergonzándome con todo lo que ha podido conmoverme en el mundo; y se indigna si lloro.""¿Ves a ese joven elegante que entra en una hermosa y tranquila residencia? Se llama Duval, Dufour, Armando, Mauricio, ¿qué sé yo? Una mujer se ha consagrado a amar a ese malvado idiota: ella ha muerto, y es seguro que ahora es una santa en el cielo. Tú causarás mi muerte, como él causó la muerte de esa mujer. Esa es la suerte que nos toca a nosotros, corazones caritativos..." ¡Ay! había días en que todos los hombres con sus actos parecíanle juguetes de grotescos delirios: y, se reía espantosamente, durante largo rato. Luego, recuperaba sus maneras de joven madre, de hermana querida. ¡Si fuera menos salvaje, estaríamos salvados! Pero también su dulzura es mortal. Yo me le someto. ¡Ah, estoy loca!"Acaso un día desaparezca maravillosamente; pero es menester que yo sepa si ha de subir a algún cielo, ¡que pueda ver un poco la asunción de mi amiguito!"¡Vaya una pareja!
Delirios II
LA ALQUIMIA DEL VERBO
Ahora yo. La historia de una de mis locuras. Desde hacía largo tiempo, me jactaba de poseer todos los paisajes posibles, y encontraba irrisorias las celebridades de la pintura y de la poesía moderna. Me gustaban las pinturas idiotas, dinteles historiados, decoraciones, telas de saltimbanquis, carteles, estampas populares; la literatura anticuada, latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía, novelas de nuestras abuelas, cuentos de hadas, libritos para niños, óperas viejas, canciones bobas, ritmos ingenuos. Soñaba con cruzadas, con viajes de descubrimientos de los que no hay relatos, con repúblicas sin historia, guerras de religión sofocadas, revoluciones de costumbres, desplazamientos de razas y de continentes: creía en todos los encantamientos. ¡Inventé el color de las vocales! -A negra, E blanca, I roja, O azul, U verde-. Reglamenté la forma y el movimiento de cada consonante y me vanagloriaba de inventar, con ritmos instintivos, un verbo poético accesible, cualquier día, a todos los sentidos. Me reservaba la traducción.Al principio fue un estudio. Yo escribía silencios, noches, anotaba lo inexpresable. Fijaba vértigos.
Lejos de pájaros, de aldeanas, de rebaños,¿Qué bebía, de hinojos en aquella maleza Circundada de tiernos boscajes de avellanos, Entre la bruma tibia y verde de la siesta?
¿Qué podía beber en ese joven río,-¡Olmos sin voz, cielo oscuro, césped sin flor! En gualdas cantimploras, sin mi choza querida? Haciéndome sudar, algún áureo licorParecía el equívoco cartel de una taberna. -Una tormenta borró el cielo. Al atardecer El agua de los bosques huyó hacia arenas vírgenes, Dios en los charcos carámbanos dejó caer.Lloré mirando el oro -y no pude beber.
A las cuatro de la mañana, en el verano, El sueño del amor aún se prolonga. De la noche de fiesta, en los boscajes, El olor se evapora.
Bajo del sol de las Hespérides, Lejos, en su vasto astillero, En mangas de camisa agítanse Los Carpinteros.
En sus Desiertos de musgo, tranquilos, Preparan los artesones dorados,En los que la ciudad Pintará cielos falsos.
Oh, por esos Obreros admirables, Súbditos de algún rey de Babilonia, ¡Venus! deja un instante los Amantes Cuya alma lleva tu corona.
Oh Reina de Pastores,Ofrece a los trabajadores el licor de alegría, Que apacigüe sus fuerzas,En espera del baño de mar a mediodía.Las vejeces poéticas eran buena parte de mi alquimia del verbo.Me acostumbré a la alucinación simple: veía muy claramente una mezquita en lugar de una fábrica, una escuela de tambores instalada por los ángeles, calesas en las rutas del cielo, un salón en el fondo de un lago; monstruos, misterios; un título de sainete erigía espantos delante de mí.¡Después explicaba mis sofismas mágicos con la alucinación de las palabras!Acabé por encontrar sagrado el desorden de mi espíritu. Permanecía ocioso, presa de una pesada fiebre: envidiaba la felicidad de los animales; las orugas, que representan la inocencia de los limbos; los topos, el sueño de la virginidad.Se me agriaba el carácter. Decía adiós al mundo con unas especies de romances:
CANCIÓN DE LA MÁS ALTA TORRE
Que llegue, que llegue,El tiempo en que se quiere.
Tanta paciencia tuve Que todo lo he olvidado. Temores y doloresAl cielo se han volado. Y la malsana sedMis venas ha nublado.
Que llegue, que llegue,El tiempo en que se quiere.
Tal como la pradera Entregada al olvido,En que incienso y cizañas Creciendo han florecido, Bajo las sucias moscasY su feroz zumbido.
Que llegue, que llegue,El tiempo en que se quiere.
Yo amaba el desierto, los vergeles quemados, las tiendas marchitas, las bebidas tibias. Me arrastraba por las callejas hediondas y con los ojos cerrados, me ofrecía al sol, dios de fuego."General, si queda un viejo cañón sobre tus murallas derruidas, bombardéanos con bloques detierra seca. ¡Bombardea los espejos de los almacenes espléndidos! ¡Bombardea los salones! Haz tragar su polvo a la ciudad. Oxida las gárgolas. Llena los tocadores de briznas de rubí quemante ..."¡Oh! el moscardón embriagado en el mingitorio de la posada, enamorado de la borraja y al que disuelve un rayo de luz.
HAMBRE
Si tengo apetito es sóloDe la tierra y de las piedras. Yo almuerzo siempre con aire, Hierro, carbones y peñas.
Hambres mías, girad. Hambres, cruzad El prado de sonidos.Atraed el veneno alegre De los lirios.Comed los cascotes rotos, Piedras de viejas iglesias, Guijas de antiguos diluvios, Panes sueltos en grises glebas.
El lobo aullaba entre el follaje, Las bellas plumas escupiendo De su comida de volátiles: Como él me estoy consumiendo.
Las ensaladas, las frutas,Sólo esperan la cosecha; Pero la araña del setoNo come más que violetas.
¡Que yo duerma! Que borbotee En los altares de Salomón.El hervor corre por la herrumbre, Y se mezcla con el Cedrón.
Por fin, oh felicidad, oh razón, aparté del cielo el azur, que es negro, y viví, chispa de oro de la luz naturaleza. En mi alegría, adopté la expresión más bufonesca y extraviada que pueda concebirse:
¡Ha sido encontrada!-¿ Qué?- La eternidad.Es, al sol mezclada, La mar.
Alma mía eterna,A tu voto haz honor, Pese a la noche sola, Y del día al fulgor.
¡Tú te liberas, pues,De humanos formularios,De impulsos ordinarios! Y vuelas al través...
-Jamás ya la esperanza. No hay orietur, te juro. La ciencia y la paciencia, El suplicio es seguro.
Ni un mañana queda, Oh brasas de seda, Vuestro arder Es el deber.
Ha sido encontrada! -¿Qué?- La Eternidad. Es, al sol mezclada, La mar.
Me convertí en una ópera fabulosa: vi que todos los seres tienen una fatalidad de dicha: la acción no es la vida, sino una manera de estropear cualquier fuerza, un enervamiento. La moral es una flaqueza del cerebro.Me parecía que a cada ser le eran debidas otras vidas. Ese señor no sabe lo que hace: es un ángel. Esta familia es una camada de perros. Ante muchos hombres, hablaba yo en voz alta con un momento de alguna de sus otras vidas. De ese modo, amé a un puerco.Ninguno de los sofismas de la locura -de la locura a la que se encierra-, fue olvidado por mí; podría repetirlos a todos; tengo el sistema.Mi salud se vio amenazada. Me invadía el terror. Caía en sopores de varios días, y una vez levantado, continuaba con los sueños más tristes. Estaba maduro para la muerte, y por una ruta de peligros, mi debilidad me conducía hacia los confines del mundo y de la Cimeria, patria de la sombra y los torbellinos.Tuve que viajar, para distraer los hechizos reunidos en mi cerebro. Sobre el mar, que amaba como si hubiera tenido que lavarme de una mácula, veía yo alzarse la Cruz consoladora. Había sido condenado por el arco iris. La Dicha era mi fatalidad, mi re-mordimiento, mi gusano: mi vida sería siempre demasiado inmensa para consagrarla a la belleza y a la fuerza.¡La Dicha! Sus dientes, suaves para la muerte, me advertían al cantar el gallo -ad matutinum, al Christus venit-, en las ciudades más sombrías:
¡Oh castillos, oh estaciones! ¿Qué alma no tiene reproche?
Estudié el mágico enigma De la ineludible dicha.
Saludemos su regalo, Cuando canta el gallo galo. Ya no tendré más envidia: Se ha encargado de mi vida.
Su hechizo el alma y el cuerpo Cogió, y dispersó el esfuerzo.
¡Oh castillos, oh estaciones! La hora de su fuga, ¡oh suerte! Será la hora de la muerte
¡Oh castillos, oh estaciones!
Todo eso ha pasado. Hoy, sé saludar la belleza.
LO IMPOSIBLE
¡Ah! esa vida de mi infancia, la gran ruta accesible en todo tiempo, sobrenaturalmente sobrio, más desinteresado que el mejor de los mendigos, orgulloso de no tener ni patria ni amigos, qué bobería fue. ¡Y sólo ahora me doy cuenta!-Yo tenía razón al despreciar a esos benditos que no se perderían la ocasión de una caricia, parásitos de la limpieza y de la salud de nuestras mujeres, hoy que ellas se entienden tan poco con nosotros.He tenido razón en todos mis desdenes: ¡puesto que me escapo!¡Me escapo!Voy a explicarme.Hasta ayer, suspiraba yo aún: "¡Cielos! ¡Cuántos somos los condenados aquí abajo! ¡Hace tanto tiempo ya que pertenezco a su cuadrilla! Los conozco a todos. Nosotros nos reconocemos siempre y nos asqueamos. La caridad nos es desconocida. Pero somos corteses; nuestras relaciones con el mundo son muy correctas." ¿Es sorprendente? ¡El mundo! ¡Los mercaderes, los ingenuos! Nosotros no estamos deshonrados. ¿Pero cómo habían de recibirnos los elegidos? Ahora bien, hay gentes hurañas y alegres, falsos elegidos, puesto que necesitamos audacia o humildad para abordarlos. Y esos son los únicos elegidos. ¡Que no están nada dispuestos a echar bendiciones!Al recobrar dos céntimos de razón -¡cosa muy pasajera!-veo que mis males provienen de no haber pensado a tiempo que estamos en el Occidente. ¡Los pantanos occidentales! No es que suponga la luz alterada, la forma extenuada, el movimiento extraviado... ¡Bueno! Ahora resulta que mi espíritu quiere ocuparse en absoluto de todos los desarrollos crueles sufridos por el espíritu desde que acabó el Oriente... ¡Mi espíritu lo quiere así!... ¡Mis dos céntimos de razón se han terminado! El espíritu es autoridad y quiere que yo esté en Occidente. Habría que hacerlo callar para llegar a la conclusión que yo deseaba.Yo mandaba al diablo las palmas de los mártires, los esplendores del arte, el orgullo de los inventores, el ardor de los pillastres; regresaba al Oriente y a la sabiduría primitiva y eterna. ¡Parece que ha sido un sueño de grosera pereza!Sin embargo, no pensaba para nada en el placer de escapar a los sufrimientos modernos. No tenía en vista la sabiduría bastarda del Corán. ¿Pero no es un suplicio real el que, a partir de esta declaración de la ciencia, el cristianismo, el hombre se engañe, se pruebe las evidencias, se hinche de placer al repetir esas pruebas y no viva más que de ese modo? Tortura sutil, bobalicona; fuente de mis divagaciones espirituales. ¡La naturaleza podría aburrirse, quizá! El señor Prudhomme ha nacido junto con el Cristo.¡Y ha de ser porque cultivamos la bruma! Devoramos la fiebre con nuestras legumbres acuosas. ¡Y la borrachera! ¡Y el tabaco! ¡Y la ignorancia! ¡Y las abnegaciones! ¡Todo esto está a cien leguas de la sabiduría del Oriente, la patria primitiva! ¡Para qué un mundo moderno, si se han de inventar semejantes venenos!Las gentes de Iglesia dirán: Comprendido. Pero vos queréis hablar del Edén. Nada hay para vos en la historia de los pueblos orientales. -Es cierto; ¡era en el Edén en lo que pensaba! ¡Qué significa ante mi sueño esa pureza de las razas antiguas!Los filósofos: El mundo no tiene edad. La humanidad se desplaza, simplemente. Vos estáis en Occidente, pero sois libre de habitar en vuestro Oriente, por antiguo que os sea menester -y de habitarlo a gusto-. No hay que declararse vencido. Filósofos, vosotros pertenecéis a vuestro Occidente.Espíritu mío, ten cuidado. Nada de medios violentos de salvación. ¡Ejercítate! ¡Ah, la ciencia no va suficientemente a prisa para nosotros!Pero me doy cuenta de que mi espíritu duerme. ¡Si estuviera siempre bien despierto a partir de este momento, pronto llegaríamos a la verdad, que nos rodea acaso con sus llorosos ángeles! ... Si hubiera estado despierto hasta este momento, sería por no haber cedido yo a los instintos deletéreos, en una época inmemorial... ¡Si siempre hubiera estado bien despierto, yo bogaría en plena sabiduría! ...¡Oh pureza! ¡Pureza!Este minuto de vigilia me ha concedido la visión de la pureza. ¡Por el espíritu se va a Dios! ¡Lacerante infortunio!
EL RELÁMPAGO
¡El trabajo humano! Esta es la explosión que ilumina mi abismo de cuando en cuando. "Nada es vanidad; ¡hacia la ciencia y adelante!" grita el moderno Eclesiastés, es decir, Todo el mundo. Y sin embargo, los cadáveres de los malvados y de los holgazanes caen sobre el corazón de los demás... Ah, de prisa, un poco más de prisa; allá lejos, más allá de la noche, esas recompensas futuras, eternas... ¿las perderemos?...-¿Qué puedo hacer yo? Conozco el trabajo; y la ciencia es demasiado lenta. Que la plegaria galope y que zumbe la luz... bien lo comprendo. Es demasiado sencillo y hace demasiado calor; se pasarán sin mí. Yo tengo mi deber, y me enorgulleceré de él como hacen tantos, dejándolo a un lado.Mi vida está gastada. ¡Vamos! Finjamos, holguemos, ¡oh piedad! Y subsistiremos divirtiéndonos, soñando con amores monstruosos y universos fantásticos, quejándonos y querellando las apariencias del mundo, saltimbanqui, mendigo, artista, bandido, ¡sacerdote! En mi lecho de hospital, el olor del incienso ha vuelto a mí con tanta intensidad; guardián de los sagrados aromas, mártir, confesor...Reconozco en esto la triste educación de mi infancia. ¡Y además, qué importa!... Caminar mis veinte años si los otros caminan veinte años...¡No! ¡No! ¡Ahora me rebelo contra la muerte! El trabajo parece demasiado liviano a mi orgullo: mi traición al mundo sería un suplicio demasiado corto. En el último momento, atacaría a izquierda y derecha...Entonces, ¡oh, pobre alma querida!, ¡puede que la eternidad no estuviera perdida para nosotros!
MAÑANA
¿No tuve yo alguna vez una juventud amable, heroica, fabulosa, como para escribirla en hojas de oro? ¡Demasiada suerte! ¿Por qué crimen, por qué error he merecido mi actual flaqueza? Vosotros, que pretendéis que las bestias exhalen sollozos de pesar, que los enfermos desesperen, que los muertos tengan pesadillas, tratad de relatar mi sueño y mi caída. Por mi parte, no puedo explicarme mejor de lo que lo hace el mendigo con sus continuos Pater y Aventaría. ¡Ya no sé hablar!No obstante, hoy, creo haber terminado la narración de mi infierno. Era de veras el infierno; el antiguo, aquel cuyas puertas abrió el Hijo del Hombre. Desde el mismo desierto, en la misma noche, mis ojos cansados se abren siempre a la estrella de plata, siempre, sin que se conmuevan los Reyes de la vida, los tres magos, el corazón, el alma, el espíritu. ¿ Cuándo iremos, más allá de las playas y de los montes, a saludar el nacimiento del nuevo trabajo, de la nueva sabiduría, la huída de los tiranos y de los demonios, el fin de la superstición; a adorar -¡los primeros!- la Navidad sobre la tierra?¡El canto de los cielos, la marcha de los pueblos! Esclavos, no maldigamos la vida.
ADIÓS
¡El otoño ya! ¿Pero por qué añorar un eterno sol, si estamos empeñados en el descubrimiento de la claridad divina, lejos de las gentes que mueren en las estaciones?El otoño. Nuestra barca, alzándose en las brumas inmóviles, gira hacia el puerto de la miseria, la ciudad enorme con su cielo maculado de fuego y lodo. ¡Ah, los harapos podridos, el pan empapado de lluvia, la embriaguez, los mil amores que me han crucificado! ¡De modo que nunca ha de acabar esta reina voraz de millones de almas y de cuerpos muertos y que serán juzgados! Yo me vuelvo a ver con la piel roída por el fango y la peste, las axilas y los cabellos llenos de gusanos y con gusanos más gruesos aún en el corazón, yacente entre desconocidos sin edad, sin sentimiento... Hubiera podido morir allí ... ¡Qué horrible evocación! Yo detesto la miseria.¡Y temo al invierno porque es la estación de la comodidad!A veces veo en el cielo playas sin fin, cubiertas de blancas y gozosas naciones. Por encima de mí, un gran navío de oro agita sus pabellones multicolores bajo las brisas matinales. Yo he creado todas las fiestas, todos los triunfos, todos los dramas. He tratado de inventar nuevas flores, nuevos astros, nuevas carnes, nuevas lenguas. Yo he creído adquirir poderes sobrenaturales. ¡Pues bien! ¡Tengo que enterrar mi imaginación y mis recuerdos! ¡Una hermosa gloria de artista y de narrador desvanecida!¡Yo! ¡Yo que me titulara ángel o mago, que me dispensé de toda moral, soy devuelto a la tierra, con un deber que perseguir y la rugosa realidad para estrechar! ¡Campesino!¿Estoy engañado? ¿Sería para mi la caridad hermana de la muerte?En fin, pediré perdón por haberme nutrido de mentira. Y vamos.¡Peto ni una mano amiga! ¿Y dónde conseguir socorro?
Sí, la nueva hora es, por lo menos, muy severa. Pues yo puedo decir que alcancé la victoria: el rechinar de dientes, los silbidos de fuego, los suspirospestilentes, se moderan. Todos los recuerdos inmundos se borran. Mis últimas añoranzas se escabullen celos de los mendigos, de los bandoleros, de los amigos de la muerte, de los retardados de todas clases. ¡Si yo me vengara, condenados!Hay que ser absolutamente moderno.Nada de cánticos: conservar lo ganado. ¡Dura noche! La sangre seca humea sobre mi rostro, y no tengo cosa alguna tras de mí, ¡fuera de ese horrible arbolillo!... El combate espiritual es tan brutal como las batallas de los hombres; pero la visión de la justicia es sólo el placer de Dios.Entre tanto, estamos en la víspera. Recibamos todos los influjos de vigor y de real ternura. Y a la aurora, armados de una ardiente paciencia, entraremos en las espléndidas ciudades.¡Qué hablaba yo de mano amiga! Es una buena ventaja que pueda reírme de los viejos amores mentirosos, y cubrir de vergüenza a esas parejas embaucadoras -he visto allá el infierno de las mujeres-; y me será permitido poseer la verdad en un alma y un cuerpo.Abril-agosto, 1873

Wednesday, April 11, 2007

Por la Razón o la Fuerza
blog
amigos

EXONERADO

El hecho.Al presentar mi renuncia voluntaria, “POR MALAS CONDICIONES LABORALES” fui detenido por la Central Nacional de Informaciones (Mayor Herrera) acusado de deserción y obligado a retirar mi renuncia al empleo o cambiarla por “PERDIDA DE VOCACION PROFESIONAL”.La opción que tome fue la de retirarla, no renunciar, esto ocurrió en el Regimiento Maipo en Valparaíso.
Posteriormente y después de dos destinaciones en un mismo año, en el Regimiento Andalién de Cauquenes, bajo el mando del Teniente Coronel Raúl Pinto Pérez, mientras se me mantenían arrestado en mi domicilio particular, fui presionado con una supuesta “URGENCIA MEDICA” que afectaba a mi esposa y que significaba operarla de emergencia en Santiago, con el consiguiente abandono de mi hijo, pero se me ofreció como salida para esta situación la firma de mi renuncia al empleo por “PERDIDA DE VOCACION PROFESIONAL”.Nunca existió la supuesta enfermedad.
En aquellos tiempos yo estaba considerado como desafecto a la institución por manifestar mi desagrado por los abusos de poder con el personal y con los civiles.Por ser considerado como desleal al efectuar abiertas críticas a las formas de presión ejercida por la institución y el gobierno, fui catalogado como peligroso para el sistema y por lo tanto “DADO DE BAJA”, con el máximo de desprestigio y no conforme con ello, persiguiéndome posteriormente en cualquier actividad laboral que emprendí.No podía irle bien a un OFICIAL desafecto con la institución y su gobierno.Relato histórico.La escuela militar y mi primera unidadEl año 1974, ingreso a La Escuela Militar como alumno de primer año, para graduarme como Oficial del Arma de Infantería 4 años mas tarde, en diciembre de 1977.-Mi decisión de ingresar a la escuela Militar significo un pequeño conflicto familiar por que mientras mi madre me apoyo, debí enfrentar la oposición de mi padre, que a la fecha del Golpe Militar (11 Sep. 1973) ocupaba el cargo de Consejero Provincial de La Democracias Cristina en Concepción.Pero todo se soluciono en torno al dialogo y al cumplimiento de los compromisos adquiridos por mi.Una vez tratado el tema conté con el apoyo necesario de toda la familia y ví cumplida mi meta de ingresar a La Escuela Militar y graduarme como Oficial de Ejército.Es decir, o lo que quiero señalar es, que pertenezco a una familia en que los problemas se solucionan respetando las opciones de cada uno de sus miembros, lo que me ha significado cargar en mi vida con la herencia compuesta de un fuerte código valorico.Mi primera unidad fue el Regimiento Chillan y también en ella donde vívo mi primera experiencia en torno a la temática de los derechos de las personas y uso desmedido de la fuerza, lo que por supuesto me impacto fuertemente, pero que lo asumí como un caso aislado y fruto de un hecho de responsabilidad de una persona en particular.Lo puntual es que mientras cumplía un servicio de guardia, en la madrugada como a las 4, capture a un individuo el que resulto ser un indigente quien fue inducido por terceros a ingresar al regimiento en busca de trago.Seguramente parte de una pésima broma o una forma de probar el sistema de seguridad del cuartel militar.Yo logre sorprender al sujeto sin provocarle daño alguno y dejarlo retenido en el calabozo, cuado informé de la novedad al Comandante del Regimiento, - aquí es donde se genera el conflicto- soy consultado, -por el lugar en que se encontraría el cadáver-. A lo que respondo que el sujeto fue aprendido vivo y se encuentra retenido en un calabozo.La reacción del Comandante del regimiento fue muy violenta, me reprendió duramente por no haber ejecutado al sujeto en el mismo lugar en que ingreso al regimiento.Debo insistir que esta experiencia me marco fuertemente, me provoco muchas dudas respecto de que situación se vivía al interior de las unidades militares, pero siempre asumí que debía tratarse de un hecho de responsabilidad personal de comandante del regimiento, apoyando mi tesis en que se trataba de un oficial de estado mayor y especialista en inteligencia, es mas años mas tarde fue Director de Inteligencia del Ejercito.Este mi primer encuentro cara a cara con la represión me marco fuertemente, pero no tenia la madures ni el valor para asumirlo y tomar una decisión más de fondo.Movilización al sur por conflicto limítrofe con Argentina.El 11 de septiembre de 1978, nos encontrábamos en el casino del regimiento Chillan celebrando un aniversario más del pronunciamiento militar del 73, cuando los oficiales fuimos reunidos y se nos informo que por conflictos inminente en la frontera con Argentina, seriamos movilizados ese mismo día a Coyhaique.Y así ocurrió a las 16:30 horas nos encontrábamos en los buses rumbo al aeropuerto Carrier Sur de Concepción y a media noche volando a Balmaceda.
Por muchos años permanecí en la zona austral del país, primero destinado en Coyhaique y posteriormente en Tierra del Fuego, las actividades profesionales diferían mucho de lo que ocurría en el resto Chile, vivíamos una lógica de guerra frente a la posibilidad de un conflicto bélico internacional.
Nuestra función diaria se refería a situaciones tácticas y estratégicas de seguridad nacional frente a un adversario externo.Las comunicaciones, noticias e informes, no tenían claridad, no se contaba con los medios comunicación que hoy existen, nuestra forma de vida era de total aislamiento, tanto en lo territorial como en lo social.Aun así, en conversaciones de casino solía aparecer el tema de los acontecimientos referidos a la situación interna del país, generalmente por boca de oficiales recién destinados desde la zona central quienes nos contaban sus experiencias.En una oportunidad durante una conversación en Manantiales, el Capitán Manuel Espinoza contó como fue la captura, en el sector de los bosques de Valdivia, del mítico Comandante Pepe.Él comandaba una compañía de comandos y nos señalo casi textualmente que le dio vergüenza la cantidad de medios empleados en la captura de un grupo de no más de 4 a 5 personas mal armadas y pésimamente equipadas, por lo que lejos de sentirlo como un logro en su carrera lo consideraba una mancha deshonrosa. A los pocos días Manuel Espinoza fallecía en un accidente de transito mientras se dirigía a Punta Arenas.De inmediato surgieron rumores de un atentado, pero no llegaron a ser más que eso, rumores.Este hecho provoco en mí una sensación muy extraña, hoy mas maduro y con más antecedentes puedo decir que fue mi verdadero despertar a la realidad que se vivía en torno a la represión ejercida contra quienes no apoyaban las políticas del gobierno y la institución con respecto a las doctrinas de seguridad y gobierno interior.Pero nuestra realidad era muy distinta y las funciones se limitaban a un posible conflicto internacional con un adversario real.Regimiento Maipo, Playa Ancha.Una vez destinado a la zona central del país, específicamente a Valparaíso, la realidad de la represión y violación a los derechos de las personas me abofeteo el rostro, y es en este escenario que presento, por primera, vez mi renuncia al empleo por MALAS CONDICIONES LABORALES.Yo no podía expresarlo de otra manera, tenía esposa y un hijo que proteger, además amaba mi carrera, pero tampoco podía ser parte de una pandilla de delincuentes. Entonces pensé que la única forma civilizada de hacer algo pasaba por renunciar a la institución y sus prácticas ilegales.
No solo me fue rechazada la solicitud, si no que además fui perseguido y apresado, acusado de deserción, se me obligo a cambiar la causal de la renuncia o seguir en la institución.
Durante mi arresto por parte de la CNI y posteriormente en el Casino de Oficiales del Regimiento Maipo, muchos amigos, en su mayor parte Reservistas del Ejercito, tomaron conocimiento de la situación, a causa de ello la noticia se difundió llegando a muchas esferas tanto de gobierno como institucionales, hoy estoy seguro que fue gracias a eso que no desaparecí o sufrí un accidente. Pero también fue lo que alerto a las unidades de inteligencia que mi persona significaba un peligro, por cuanto muchos miraban mi caso y se encontraban dispuestos a tomar acciones para mi defensa, pase a ser un peligro para el orden institucional.
Como el Cdte. del Regimiento Maipo, luego de escuchar mi verdad, no se presto para el juego en mí contra. Entonces, la institución, busco quien podía hacer las veces de verdugo y por ello me destino a Talca.Talca y Cauquenes, el principio del finEn el regimiento Talca solo serví unos par de meses. Un poco antes de ser re-destinado a Cauquenes, el 2° Comandante me confidencio lo que ocurriría y el por que de mi traslado, me contó que ellos tenían orden de darme de baja en la forma mas deshonrosa posible, pero que una vez que me fueron conociendo y valorándome como persona y oficial, no estaban dispuestos a hacerlo y que en esa tónica, seria transferidos a Cauquenes donde el comandante del Regimiento Andalién, Teniente Coronel Raúl Pinto Pérez, que se vanagloriaba de ser un hombre muy duro y comprometido con la represión y eliminación de los enemigos del régimen, si estaba dispuesto a cumplir la misión.Que me cuidara y también a y mi familia, por que el peligro existía y mis días estaban contados.
Así fue. Cauquenes se convirtió en un infierno, y con una argucia propia de los tiempos, lograron la firma en mi renuncia al empleo por “PERDIDA DE VOCACION PROFESIONAL”, y no solo eso, además se me robo los fondos correspondientes a mi desahucio, llamaron al padre de un oficial de mi compañía, que le había ofrecido trabajo en Brasil, para que no me contratara recordándole que el tenia un hijo en la institución y que yo soy una persona traidora a la patria y desafecto a la institución.
Ya de baja de la institución, al ir a recuperar los enseres de mi casa me entré que el alférez en cuestión, el hijo de quien me ofreció trabajo, se encontraba cautivo en la enfermería y sometido a un tratamiento que lo mantenía drogado las 24 horas del día, es decir ausente de la realidad.Procedí en consecuencia, me robe al alférez desde su pieza y lo mande a Santiago, a casa de su madre.Esa noche mientras trabajaba en el embalaje de mis enseres de casa se presentaron algunos Clases y Soldados de mi ex-Compañía, venían equipados con fusiles, me señalaron que ellos me acompañarían fuera de Cauquenes, por que Pinto Pérez me tenían preparada una trampa, donde Carabineros me sorprenderían para matarme.Con ellos acompañándome, logres salir de Cauquenes y regresar a Santiago.
Tiempo después fui citado a una unidad de Carabineros, acusado de Robo de Vehículos, apresado en el regimiento Maipo de Valparaíso.Fui juzgado y condenado. Mientras duró mi prisión solo cada 2 días a las 2 o 3 de la madrugada se me sacaba caminar al patio del regimiento por algunos minutos, fue el personal que había servido bajo mi mando el que escondido, a hurtadillas, me llevaba comida.También fueron ellos quienes me impidieron fugarme, cuando un oficial de me tendió una trampa. Me señaló que dejaría libre de guardias un sector para que me fugara y que lo hacia por lealtad a un compañero de curso.Afuera me separaba la CNI para aplicarme la ley de fuga.
Cuando comenzaba a recuperarme, mientras tenia un pequeño taller-fabrica de calzados, en lo que trabajaba para mantener a mi familia, fui llamado por el Agente del Banco del Estado sucursal Playa Ancha y me señalo que me cerraba la Cuenta Corriente por que ya no era militar y que me fuera a un Banco Comercial.Pocos días antes de esto me había encontrado con dos oficiales del Regimiento Maipo en la sucursal del banco y supieron que económicamente estaba bien.
Que soyDesafecto, desertor, traidor a la patriaCon esos términos fui identificado durante muchos años y hoy, cuando Chile ha descubierto definitivamente el velo que mantenía oculta una terrible verdad, comienzo a aceptar que no me equivoqué, por que fueron fundamentos morales los que me llevaron a solicitar mi renuncia al empleo de Oficial del Ejército de Chile.En estos momentos en que no soy nada, ni víctima ni victimario, me encuentro en una nebulosa, solo sé que en un instante mi vida torció su rumbo, mi futuro se truncó.Soy autor de mi propia senda, para bien o para mal he tomado autónomamente la mayoría de mis decisiones, ellas, como fruto de un análisis, de poner en contraposición enseñanzas y experiencias.Pero hay circunstancias especiales que me marcaron, minaron mi conciencia, resintieron mis cimientos morales. Acontecimientos que se fueron dando en sintonía con las condiciones profesionales y laborales que existían mientras el Ejército de Chile fue parte del gobierno de su Comandante en Jefe el General Augusto Pinochet.A la luz de los nuevos hechos nacionales, reafirmo en mi conciencia que al seguir un camino distinto al de la gran mayoría de los miembros de la institución no obré mal, no me equivoqué, no fue un error, que los términos desafecto, desertor, traidor a la patria, no me son aplicables, hoy siento recuperada la fe en mis valores más íntimos.Cuando muchos simplemente actuaron de una u otra manera, en los deleznables hechos hoy por todos conocidos y ya aceptados como una verdad histórica, me vi lleno de sentimientos encontrados, entre el cariño por mi carrera y la dolorosa realidad de la que fui tomando conciencia a través de conversaciones de casino, relatos informales o simplemente por órdenes o instrucciones directas de algún mando.Me sentía parte de un proceso que no estaba dispuesto a avalar, pero amaba mi carrera y era todo lo que tenía, lleno de temores, más al futuro que a las represalias y con 11 años de servicio en unidades militares y reparticiones de gobierno, saturado de tener que vivir en un doble estándar, de sentirme cómplice o aval de estas situaciones de prepotencia y violación de los derechos de las personas, presenté mi renuncia al empleo de Oficial de Ejército, frente al 2º Comandante del Regimiento Maipo, "POR MALAS CONDICIONES LABORALES" y me fui a casa de unos amigos para asumir mi dolorosa y amarga decisión.
Me enteré que la renuncia me había sido rechazada, cuando fui detenido por organismos de inteligencia (CNI y Dpto. II) y llevado a la Fiscalía Militar y luego al regimiento Maipo.Se me ponía como condición para aceptar mi renuncia, el cambio de los términos o motivos, por que decir malas condiciones laborales se entendían como comunismo, y mi actitud se veía como la de un traidor a la patria. Incluso más, me amenazaron con juzgarme por deserción, acusación que no prosperó por que señalé que tenía, en una Notaría, la copia de mi renuncia al empleo.
A partir de este evento, mi vida en la institución cambió, pasé a ser un paria dentro de las unidades, luego, después de algún tiempo y dos destinaciones en el mismo año, tras ser sometido a mucha presión, el Comandante del Regimiento Andalién de Cauquenes, Teniente Coronel Raúl Pinto Pérez, logró por fin que firmara mi renuncia por lo que se dio en llamar como “PERDIDA DE VOCACIÓN PROFESIONAL” Hoy afirmo con tristeza que mi renuncia por pérdida de vocación, fue el fruto de una larga sucesión de presiones indebidas para lograrla, ejercidas en forma tanto directa como indirecta por parte del propio Comandante del Regimiento Andalién ya citado utilizando para ello organismos de inteligencia, todo después de haber sido acusado de ser comunista por manifestarme en contra de las condiciones laborales y morales del Ejército que por aquella época me obligaba a participar o ser cómplice por omisión, de los abusos de poder y violación de los DD HH.Este repudio que sentía en lo más profundo de mi ser, de la única forma valiente y civilizada que podía manifestarlo era renunciando a mi empleo, pero la verdad es que además renunciaba a mi vocación, a mi futuro y, en definitiva, a mi proyecto de vida, si no lo sabré yo.Posteriormente, durante mi desempeño como civil, continué siendo perseguido y acusado de varios delitos, con ello, poco a poco, mi alma se resintió al punto de hacerme cambiar como persona y convertirme en un ser temeroso de vivir.
Mi futuro se desarmó por efecto de los miedos que se apoderaron de mi ser, y se derrumbó mi escala de valores, pues veía que mis compañeros de curso tenían un buen pasar, torturaban o aceptaban que ello ocurriera, pero sus hijos se encontraban en buenos colegios, se alimentaban bien y vestían buena ropa, y todos protegidos con una salud de primera y la seguridad de una muy buena pensión para su vejez.
Yo, que pienso que he obrado bien, veo atónito cómo mi vida es un desastre, cómo no tengo ninguna opción de vejez digna, no he sido capaz de darle a mi mujer y mis hijos las más mínimas comodidades, han nacido y se han desarrollado en la pobreza.Ejemplo para mis hijosHoy me pregunto que ejemplo soy para mis hijos, tomé el camino correcto y su precio ha significado privaciones económicas y frustración profesionales y de vida.En similares circunstancias que camino deben seguir ellos.Los oficiales que torturaron, mataron u obviaron viven bien.

Y su padre en realidad ¿¿¿¿que es????

Tomado de: Por la Razón o la Fuerza

Tuesday, April 10, 2007

Venezuela incrementará en 20 millones la producción de libros para las bibliotecas de los Consejos Comunales

Prensa latina/ inSurGente.- El Ministerio de Cultura de Venezuela anunció hoy la instalación el próximo mayo de una imprenta con capacidad para imprimir 20 millones de libros. El ministro Francisco Sesto explicó en una nota oficial que se espera su inauguración en la segunda quincena de ese mes. Actualmente la Fundación Editorial El Perro y la Rana, adscrita a ese ministerio, produce diariamente cinco títulos y se estima que al final de 2007 sus publicaciones sumarán un total de mil 500 títulos.Sesto apuntó que El Perro y la Rana terminó 2006 con algunos centenares de títulos sin presentar por carencia de capacidad de impresión.Precisó que con la nueva instalación se lograrán metas como la producción de 50 mil bibliotecas, de 100 títulos cada una destinadas a los Consejos Comunales.La imprenta, ubicada en Guarenas en un local de aproximadamente nueve mil metros cuadrados, funcionará con un sistema de encuadernación y rotativas en coordinación con la Distribuidora Venezolana del Libro y la Red de Librerías del Sur.Esas instituciones conforman la Plataforma del Libro y la Lectura junto a otras 23 imprentas regionales, proyectadas para cada estado del país, con el fin de apoyar a los autores de las regiones.

Thursday, April 05, 2007




























300" por David López (Criticón) 25 / 03 / 2007


Definitivamente, parece que Frank Miller será el único de los popes del cómic contemporáneo (pobre Alan Moore) que descubrirá con gran júbilo la gloria de sus adaptaciones cinematográficas. Y es que en manos de un joven bárbaro como Zack Snyder (el Sam Raimi de esta generación) todo es cuanto menos un buen comienzo.
“300” es, ante todo, un desbordante prodigio del postcine que empequeñece hasta límites insospechados los anteriores intentos digitales de Robert Rodriguez o Luc Besson. Maravillosamente fiel al original (aunque maximizado en pos de las concesiones al espectáculo cinematográfico), la obra de Miller se erige como el storyboard perfecto a partir del cual la factura maestra de Snyder tenía todas las de ganar.
El impecable y soberbio trabajo técnico y artístico es pura fantasía cinéfaga. Brillante es su trazo visual, que captura no sólo la esencia de la novela gráfica sino también las gamas cromáticas de Lynn Varley, rozando continuamente el estadio de lo sublime, tal y como lo entendieron nuestros viejos pensadores románticos. Y es que la redacción de sus logros resulta inabarcable: desde su inigualable punto de partida histórico/literario hasta su cuidada dirección artística, si olvidar su acertado reparto (Gerard Butler o Rodrigo Santoro parecen encarnaciones vivas de las creaciones de Miller, como antes lo fue Schwarzenegger con respecto al cómic de Buscema). Ni siquiera su perfecto proceso de postproducción puede evitar el asombro que produce el brazo firme de Snyder firmando esa perpetua danza de muerte y combate que escenifican sus cruentas confrontaciones bélicas. Sólo su sangriento crescendo podía verse rematado con un final tan lírico como el desenlace de Toshiro Mifune en “Trono de Sangre”.
Emocionante y sobrecogedora, poética y aterradora, la obra de un realizador que merecerá la pena tener muy en cuenta en el futuro (y del que esperamos sólo lo mejor en su anunciada lectura de “Watchmen”). Junto al film de Lynch, el primer gran clásico de 2007.

Tuesday, April 03, 2007

CARTA ABIERTA JOSE BENICIO HUENCHUNAO MARIÉN. DESDE LA PRISION


Desde la cárcel de Angol, como preso político y werken mapuche, quiero decirle a la sociedad civil y en especial a nuestro pueblo que mi detección fue producto de un acierto de la policía y un error seguramente cometido por mí. Ahora, el trasfondo de esto, es que yo soy un prisionero político perseguido por el estado chileno y el sistema de dominación capitalista que arrebata los recursos naturales que pertenecen a nuestro pueblo mapuche.Yo soy tan solo uno de los varios presos polí­ticos mapuche que se encuentran recluido en diferentes cárceles de este estado chileno. Sabemos que las cárceles son un lugar de castigo que el estado chileno y sus operadores políticos y judiciales han destinado como paraderos para quienes luchan o representan social y polí­ticamente al pueblo-nación mapuche. Mas temprano que tarde, veremos como nuestro pueblo se despegara de esta opresión y transitara como pueblo digno por el camino de la libertad con autonomía y territorio. La demanda histórica denuestro pueblo no podrá ser acallada, se levantara como emblema una y diez veces en el corazón y en el accionar político del mapuche. Nuestra gente sabe que sus presos, sus clandestinos y sus muertos, son por la justa demanda histórica de nuestro pueblo -derechos políticos y territoriales-. Sin duda alguna, me mantendrán en la cárcel como mapuche, digno y orgulloso de ser mapuche. QUIENES ESTAN EN LAS COMUNIDADES SABRAN OPRGANIZAR LA RESISTENCIA Y LA RECONTRUCCION DE NUESTRO PUEBLO, GARANTIZARAN EL TRANSITO POR EL CAMINO A LA LIBERTAD QUE LE CORRESPONDE A NUESTRO PUEBLO. Además, quiero decir que con la detención nuestra no se cierra ningún ciclo ni se ha desarticulado a esa supuesta organización violenta, estas no son mas que frases orquestadas, de las que pretenden negar nuestra existencia como pueblo-nación, LES ASEGURO QUE LAS COMUNIDADES SIN NOSOTROS, LOS SUPUESTOS CABECILLAS DE UNA ORGANIZACION MAPUCHE, CONTINUARAN PLANTEANDO Y RECONSTRUYENDO SUS DERECHOS. Solo existirá justicia cuando al pueblo mapuche se leReconozcan los derechos de pueblo-nación. José Benicio Huenchunao Marién.Preso Político Mapuche

Sunday, April 01, 2007

En la foto: Manuel Contreras despiadado asesino

Mozo del “Mamo”, testigo clave de los crímenes de la Brigada Lautaro.


Los “delfines” que exterminaron al PC


La investigación del juez Víctor Montiglio descubrió la existencia de un grupo de elite de la DINA, llamado Delfín, creado especialmente Manuel Contreras y Pinochet para exterminar a la cúpula del PC.


Cincuenta procesados abrieron al juez la parte más cruda de la dictadura.



Por Jorge Escalante y Javier Rebolledo



El mocito de 15 años recibió la subametralladora Mack-10 y el maletín de manos del coronel Manuel Contreras, y luego inclinó su cabeza ante el jefe operativo de la DINA. Le habían enseñado que así debía hacerlo cada vez que el Mamo llegaba a su casa en Pocuro con Antonio Varas, en Providencia. “Mira, huevón, tenís que estar más atento cuando llega el jefe y te entrega sus cosas. Y de aquí en adelante le vai a hacer una reverencia con la cabeza cuando llegue, porque aquí la huevá no anda al lote. Y lo vai a tratar de mi coronel, nada de señor Contreras. Esto no es un club social, esta huevá es la DINA”, le había gritado furioso el suboficial Olmedo, uno de los escoltas de Contreras, mientras lo agarraba del pelo y presionaba su frente con una pistola.
Después del episodio, el “Mamo” se retiró a descansar y esperó que el mocito sirviera la cena. El joven llegó a la casa un día de 1974, recomendado por la esposa del general Galvarino Mandujano, quien le habló de él a María Teresa Valdebenito, esposa de Contreras.
Luego, todo sucedió muy rápido. Tras una breve preparación militar, el mocito pasó a integrar la Brigada Lautaro de la DINA, primero en un departamento del piso 19 de la torre 5 del complejo San Borja, en el centro de Santiago, y después en el cuartel de Simón Bolívar 8630, en La Reina.
La brigada nació para brindar protección a Contreras y su familia, pero a partir de 1976 ese objetivo se desvió para ayudar a matar comunistas.
Presa del morbo, al mocito le atrajo todo. Presenció torturas, escuchó los gritos de dolor y vio correr la sangre de los dirigentes del PC. Una vez, incluso, tuvo que contener la respiración para no gritar cuando sus jefes utilizaron un soplete para borrarle las huellas dactilares y una cicatriz al cadáver de un militante comunista.
Treinta años después, perseguido por su conciencia, se decidió a contar lo que había vivido. En enero pasado enfrentó a los funcionarios de la Brigada de Asuntos Especiales y Derechos Humanos (BAEDH) de la Policía de Investigaciones, y después habló con el juez Víctor Montiglio, que instruye el proceso acerca del secuestro y desaparición de la primera dirección clandestina del Partido Comunista en mayo de 1976, conocido como calle Conferencia.
Después de él, otros ex agentes también comenzaron a hablar. Así se han ido develando episodios desconocidos de la represión: el exterminio de los dirigentes clandestinos del PC en el cuartel de Simón Bolívar, la existencia de la Brigada Lautaro y, sobre todo, la formación del grupo de elite Delfín, comandado por una de las estrellas de la DINA, el capitán de Ejército Germán Barriga Muñoz.
Con un alicate
“En el cuartel de Simón Bolívar, después que los mataban, a todos los detenidos se les quemaban las huellas dactilares y las cicatrices del cuerpo con un soplete a parafina. Además, se les sacaban los relojes, los anillos y las tapaduras de oro de los dientes”, relató el mocito en el proceso.
A veces, las escenas no tenían nada que envidiar a los campos de concentración nazis. Un ex agente, a quien identificaremos como Vicente Medina, vio a su compañero Sergio Escalona Acuña tendido sobre un cadáver que tenía la boca abierta , con un alicate en la mano. El Negro Escalona, como le decían al infante de Marina, trabajaba afanosamente. “En los camarines, él sacaba a los muertos las tapaduras de oro. Nunca supe si se quedaba con el oro o lo entregaba”, contó. (Salvo el mocito y Medina, el resto de los nombres que aparecen en esta crónica son reales).
Escalona era un comando y fue –junto a otro infante de Marina, Bernardo Daza Navarro, alias “El Chancho”– uno de los primeros refuerzos que la Armada traspasó a la DINA en abril de 1974 para integrar la Brigada Lautaro. Su jefe fue el mayor de Ejército Juan Morales Salgado. Los antecedentes que ha establecido la investigación del juez Montiglio revelan a Daza y Escalona como dos peligrosos asesinos, preparados para todo.
Según declaran otros ex agentes, estos dos personajes se peleaban a los comunistas para torturarlos. Fueron ellos los que, junto a Juvenal Piña Garrido, alias “El Elefante”, mataron al secretario general del PC en la clandestinidad, Víctor Díaz.
Piña ya confesó: fue él quien lo asfixió con una bolsa plástica mientras Daza y Escalona lo sujetaban. Y la teniente de Ejército Gladys Calderón Carreño, que se decía enfermera, esperó a que terminaran y le inyectó cianuro en la vena, para asegurarse de que estaba muerto.
El mocito fue quien recibió el cuerpo, ya envuelto en un saco y con un trozo de riel amarrado al cuerpo. “Trasladé el cuerpo de Víctor Díaz hasta el estacionamiento del cuartel y lo metí en la maleta de un auto”, dijo. Desde ahí lo llevaron hasta Peldehue, al norte de Santiago, y lo subieron a un helicóptero para tirarlo al mar junto a los cadáveres de otros prisioneros.
Navidad de 1976
Las navidades en cautiverio eran tristes, pero aquel 24 de diciembre de 1976, el mocito tuvo un gesto humano. Esa noche, cuando el Chino Díaz llevaba algunos meses prisionero en Simón Bolívar, los guardias Emilio Troncoso y Guillermo Ferrán fueron llamados a prestar seguridad a la nueva casa del “Mamo” en calle Príncipe de Gales, donde se celebraba una regada fiesta. Así, el joven ex agente quedó solo con su prisionero.
“Esa noche en el cuartel nos dieron un pavo asado y algo para tomar. Como quedé solo, llevé la comida al casino del cuartel y fui al calabozo a buscar al Chino Díaz para que comiéramos juntos. Estaba sorprendido por mi corta edad y por las cosas que tenía que hacer y que ver. Después lo llevé de vuelta al calabozo”.
Pero aquel episodio fue sólo un paréntesis en medio del horror que rodeaba al mocito de Contreras. En otra ocasión, mientras torturaban a la dirigente comunista Reinalda Pereira, el capitán Barriga le pidió que le llevara café y bebidas para tomarse un descanso. “A esa mujer la torturaron brutalmente, y ella clamaba para que pararan porque decía que estaba embarazada. La teniente Calderón chequeó que eso era efectivo, pero igual el capitán Barriga siguió con las torturas y la corriente. Estaba en muy mal estado y empezó a pedir que la mataran. Murió unas tres horas después, en el gimnasio del cuartel. La teniente Calderón le inyectó cianuro en la vena para asegurar su muerte”.
Participando en el crimen de Pereira –desaparecida como todos los dirigentes comunistas que llegaron a Simón Bolívar–, el mocito vio también aquella tarde a la agente de la Armada Teresa Navarro Navarro y al oficial de Carabineros Ricardo Lawrence Mires, apodado “El Cachete Grande”, otra estrella de la DINA.
Vicente Medina, también testigo de la tragedia de la mujer comunista, dice que participaron en su muerte “El Elefante” (Piña Garrido) y Claudio Pacheco Fernández, agente de Carabineros. “Poco después de que murió, el agente Pacheco usó un soplete para quemar a Reinalda Pereira sus huellas dactilares”, dijo Medina, quien reconoció a la dirigente en un set de fotografías que le mostraron en el tribunal.
En “Casa de Piedra”
Junto a Fernando Ortiz Letelier, otro de los dirigentes comunistas asesinados en el cuartel de Simón Bolívar, Vicente Medina vio llegar a ese lugar a “cerca de ocho personas”, antecedente que coincide con el arresto masivo de la segunda dirección encubierta del PC, en diciembre de 1976. En este grupo estaban Reinalda Pereira, Waldo Pizarro –esposo de la fallecida presidenta de la AFDD, Sola Sierra– y Fernando Navarro Allendes, entre otros.
“En las fotos que se me muestran puedo reconocer al señor Navarro como uno de los que llegó detenido junto a Ortiz. A Navarro lo mataron con una inyección que le aplicó la teniente Calderón”, dijo Medina.
Hasta ahora se sabía que Augusto Pinochet concurrió un día de 1976 hasta la llamada Casa de Piedra, en el Cajón del Maipo, para ver a Víctor Díaz, que por esos días estaba detenido allí. Pero nuevos antecedentes de la investigación indican que Pinochet habló en ese lugar con al menos otros once comunistas presos.
“Llegué a la Casa de Piedra y vi que estaba el coronel Manuel Contreras, el mayor Juan Morales y el capitán Barriga, junto a once miembros de la cúpula del Partido Comunista. Estaban Víctor Díaz, Pizarro y otro llamado Zamorano [Mario]. Entonces llegó el general Pinochet y conversó con todos ellos, pero especialmente con Díaz, quien le dijo al general que atacar al PC era como sacar el agua del mar con un balde”, declaró Lawrence.
NACE DELFÍN
La nueva fase de investigación de la BAEDH y el juez Víctor Montiglio en este juicio ya suma sobre 50 procesados, transformándose en la causa por violaciones de los derechos humanos con mayor cantidad de agentes encausados hasta ahora.
Entre los múltiples nuevos antecedentes descubiertos se logró determinar el origen del grupo de exterminio Delfín, a cargo del entonces capitán Barriga. Don Jaime, como se hacía llamar Barriga, se suicidó el 17 de enero de 2005 lanzándose desde un edificio en un barrio de Las Condes.
Según coinciden varios ex agentes, entre ellos el mocito, Vicente Medina e incluso Juan Morales, el ex jefe de la Lautaro, la formación de Delfín fue un parto difícil. Su constitución fue una decisión de Contreras y Pinochet, que la formaron para que se dedicara exclusivamente a exterminar a los dirigentes clandestinos del PC.
El grupo llegó a instalarse a Simón Bolívar a comienzos de 1976, y tuvo siempre línea directa con el jefe de la DINA, sin pasar por el jefe de la Lautaro. Eso, según Morales, produjo incluso algunas rencillas internas.
Además de Barriga, lo integraban Lawrence, como segundo jefe, y los agentes de Carabineros Emilio Troncoso Vivallos, Heriberto Acevedo Acevedo, Claudio Pacheco Fernández y Rufino Astorga. Aún falta por precisar los nombres del resto de sus miembros, que no son muchos más. Pero varios integrantes de la Brigada Lautaro, como Daza, Escalona, Piña y otros, colaboraron activamente en los crímenes de Delfín. Sí hay una cosa en que Morales y el mocito coinciden: “Simón Bolívar fue un cuartel de exterminio, desde donde nadie salió vivo”. LND
Los extranjeros envenenados con sarín
Uno de los enigmas más sombríos de la investigación que sustancia el juez Montiglio es la identidad de dos ciudadanos extranjeros presuntamente asesinados en el cuartel de Simón Bolívar en 1976. Una versión señala que ambos serían peruanos, pero otro agente de la Brigada Lautaro afirma que se trataría de un boliviano y un peruano.
Los ex agentes de la DINA sí coinciden en que ambos murieron por inhalación de gas sarín suministrado por Michael Townley, quien habría llevado el veneno mortal hasta el cuartel. “Townley procede a ponerse una mascarilla en su cara, junto a unas antiparras, y saca de un bolso un tubo spray, acercándose lentamente. Espera que estas personas inhalen para aplicarles un toque del tubo. El primer afectado por el gas cayó de forma instantánea y a los pocos segundos dejó de moverse. Consecutivamente le aplica este mismo mecanismo a la segunda persona detenida, a la cual le produce el mismo efecto”, declaró un ex agente en el proceso.
El testimonio agrega que los efectos del gas sarín se extendieron sobre los agentes Jorge Díaz Radulovich y Emilio Troncoso Vivallos, que mantenían a los extranjeros de pie e inmóviles mientras eran envenenados. Al poco rato, Townley también se vio afectado por el gas sarín. “Salió desesperado, gritando desesperado muy fuerte ‘¡me agarró, me agarró!’”, relató otro agente al juez Montiglio.
Tras el accidente, los tres agentes fueron atendidos por la teniente Gladys Calderón, que le inyectó un antídoto a Townley y después, cuando estaba fuera de peligro, aplicó otra inyección, pero esta vez de cianuro, a los dos extranjeros que yacían en el patio del cuartel. El agente Eduardo Alejandro Oyarce declaró que minutos más tarde vio al ciudadano peruano, “percatándome que tenía su rostro totalmente desfigurado y su boca en extremo abierta por el gas sarín”. Oyarce también dijo que antes del asesinato tuvo ocasión de conversar con el peruano, quien le habría dicho que su nombre era Juan Pablo y que el boliviano se llamaba Rafael. El peruano era el chofer del embajador de Perú en Chile de la época, José Carlos Mariátegui, actualmente fallecido.
Según la Comisión de Verdad, Justicia y Reconciliación, existe sólo una denuncia por un ciudadano peruano desaparecido en Chile, y ésta corresponde a la década de los ’80. Consultada por LND, la Embajada de Perú en Chile señaló que no tienen los registros correspondientes a esa fecha. La esposa del malogrado embajador también declinó referirse al hecho, y el Ministerio de Relaciones Exteriores no entregó una versión al respecto.