Thursday, July 27, 2006


LA RICE
Ella se rie como hiena, es mala sombra de negra, de mano negra con conciencia de blanca. Con esa sonrisa cínica pone entre sus dientes caníbales un manto de santidad con el que da patente de corso a los crímenes de guerra norteamericanos que equivalen a los crímenes de guerra cometido por los nazis.

Para esta mujer cualquier ser humano que disienta con ellos (Bush y su camarilla), más que un delincuente, es un animal peligroso. Ella califica de "terrorista" a quien defiende su territorio de agresores, como es el caso de Hezbolá. Por la tanto, da luz verde a los israelies para que sigan demoliendo ese pequeño y hermoso país llamado Libano.

Malcon X decía a las mujeres en su prédica: "Eres negra, porque el negro es bello" a esta mujer debemos decirle que debe blanquear su piel porque reniega del hermoso negro de su color.

A la virreina, representante del Imperio, no interesa para nada los derechos humanos, sino que lo que realmente le importa es la expansión económica, el dominio sobre los pueblos y no lo humano.

Poesía


INCIENSO DE PASADO

Sangró el ideograma sueños al acorde
de esos tangos que daban vueltas
en la pista desde donde veíamos
unas aves blancas que hedían a incienso y pasado.

La sangre era bordada en una máquina
Singer, parpadeando bermellones frutas
colgadas en el cielo blanco que se extendía
en la mesa familiar, misma donde busqué poseerte.

Alabada sea tu voz de caprichoso jardín,
estallándome en los sesos ese trago de dulzura
que se abre cual enredadera desde tus poros
para respirar el huracán, relámpago y lluvia en la cópula lujuriosa.

Mujer fulgurante, loca, loca,
jugando en las sábanas con ese incitante
traje de desnudez atrapo yo por tus costillas
y pellejo hermoso, agarrado a la médula de tus huesos vertebrales

bebiendo en tus pezones el vino que me embriaga.

Cierras el silencioso cristal de tus ojos
llevándome a tu interior
y tu lengua me despedaza de amor el cráneo.

Antonio Díaz Méndez