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Turbulencias en el horizonte económico del mundo | ||||
Una gran niebla predomina en el horizonte económico de muchos países a partir de los pronósticos de recesión de la primera economía del mundo, lo cual provoca que la gran mayoría de los expertos se tornen más precavidos a la hora de recomendar inversiones. Es el caso de Roberto Ruiz, director de estrategia de UBS Wealth Management significó recientemente a medios de prensa que “a partir del segundo semestre del presente año comenzará a descender el precio del dinero de la Reserva Federal de Estados Unidos... Incluso, podría descender hasta un 3,5 por ciento", lo que en teoría sería técnicamente recesión. Para Gary Dugan, director de inversiones de la banca privada de Merrill Lynch para Europa, Oriente Medio y África: "La recesión ya está en marcha en Estados Unidos… La contracción de la economía estadounidense habría empezado con el nuevo año y se prolongará hasta junio”, vaticinó a la vez que expresó su desconfianza en una supuesta estabilización en los mercados de acciones en el segundo trimestre del presente año: “Es posible que veamos una caída adicional del 10 por ciento en los mercados”. Por su parte Jan Hatzius, economista de la corporación inversionista Goldman Sachs, asumió otra postura menos radical al afirmar que "los últimos datos estadísticos sugieren que la recesión ha llegado o lo hará muy pronto en la Unión, al referirse a que la tasa de desocupación subió hasta un cinco por ciento en relación con el 4,4 por ciento experimentado tres meses atrás”. En opinión de los expertos citados, y de otros, el descenso de dicha tasa podría extenderse hasta los dos ó tres próximos trimestres. ¿Cuál sería el impacto de esta situación en la economía mundial? Participantes en un reciente seminario sobre el tema El reto de las migraciones y la cohesión social, efectuado en Costa Rica, coincidieron en que “una eventual recesión en Estados Unidos impactaría América Latina, entre otras razones, por la reducción de las remesas familiares que son un pilar de la economía para nuestros países” pero a la vez admitieron que, no obstante a ello, esta situación “ha creado una peligrosa dependencia y aumento de la vulnerabilidad económica de la región” a la primera economía del mundo. México resulta un ejemplo como consecuencia de la dependencia (casi total) de la economía azteca a la industria norteamericana –a partir del tratado TLC suscrito hace más de diez años--, lo cual implica que las exportaciones se contraerán y que, en consecuencia, se entrará en una fase en la que difícilmente se cierre el año con un crecimiento del dos por ciento. Y esto último será posible, según observadores, “si los precios del crudo se mantienen en los niveles previstos, y si las autoridades entienden que es indispensable instrumentar un plan de contingencia que detenga la tendencia y defienda el nivel de vida de la población”. El impacto para la economía mundial ya se está viendo. De hecho, ha habido un enfoque importante de las expectativas del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ha advertido que “la desaceleración mundial es inevitable, pues el pronóstico de 4.8 de crecimiento mundial para este año disminuirá sensiblemente”. A su vez la crisis de los créditos inmobiliarios de riesgo en Estados Unidos y el aumento descontrolado de los precios del petróleo provocará que la cifra de desempleados en el mundo supere los cinco millones durante el presente año, según pronósticos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “El número de desempleados en el orbe ascendió a 189, 9 millones a finales de 2007, y la pérdida del ritmo de crecimiento económico este año elevará la tasa de desempleo mundial a 6.1 por ciento frente a 6 por ciento del año pasado”, prevé esta Oficina de Naciones Unidas. El Medio Oriente y el norte de África continúan siendo las regiones con la cifra de desempleo más elevada: 11.8 y 10.9 por ciento, respectivamente. América Latina, el Caribe, el centro y sureste de Europa y la Comunidad de Estados Independientes (CEI) le siguen con 8.5 por ciento. En la Unión Europea el crecimiento del empleo está en su nivel más bajo desde hace cinco años. Según la OIT, el Medio Oriente es la única región del mundo donde la productividad del trabajo disminuyó entre 1997 y 2007. En suma, una gran neblina acompañada de un tiempo en franca turbulencia (bastante difícil de contener), está acompañando el horizonte económico de la gran mayoría de las naciones del orbe. |
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