Antofagastinadas
INVITACION E INAUGURACIONES
Por correo llega una invitación escueta, una invitación forzada que lo hace aparecer a uno como queriéndose invitar, ir a meterse a la casa de otros para hurgar entre los anaqueles donde se esconde lo que no se ha ventilado
integrante por décadas de la vieja casona, todo un símbolo, entonces, 75 años ya de vida institucional, alguien te deja llegar un e-mail y te dice: “debe venirse el día tal y volverse, tiene estadía aprobada por un día” uno piensa en el asunto y lo manda todo a la mierda, no vas a viajar 1.500 kilómetros para luego volverte de inmediato y hacer en 24 horas un periplo de 3.000 kilómetros… qué manera de ser considerado convidado de piedra, y lo peor es que la unanimidad así lo acordó, y lo triste es que yo y otros en los que uno influye, votamos a favor de los que unánimes que te limitan… ¡bribones!…
claro; tremendo error, te soban el lomo, te dicen palabras de buena crianza, y lo correcto es que todos los sujetos que conformamos la representatividad de las regiones debemos reunirnos de una sola vez y no ir por separado carente de todo peso e influencia
por momentos nos ponemos spenglerianos caemos en un sentimiento de pesimismo histórico al vivir estas realidades
me quedo pensando en las flores de Nancy Monterrey en su comentario mercurial, aromos y retamos, claro nos enverdecen y la nota de las flores nos animan pero…
recibes una invitación en papel couché grueso, de peso especial, y es que son tantas las invitaciones que llegan que apenas uno alcanza con suerte a ir a uno u otro evento, sin embargo; me recuerdo que por años he asistido posiblemente como a casi un centenar de distintas inauguraciones, casas, poblaciones, escuelas, iglesias, etc… claro pero muchas son sólo o quedan solamente en la primera piedra
“el aldeano tiró,/ tiró la piedra,/ tiró, tiró la piedra/ y no la encontró”
me río para mis adentros como siempre y al momento estoy lanzando solo una estentórea carcajada, no hay nadie a mi alrededor, me río como como loco
hace frío, así que no me voy a empapar la camisa con ese líquido salado que brota de mi cuerpo cuando me acaloro
estoy emputecido, pero no sudo
don Lagos dejó un montón de cosas a medias pero, inauguradas, los chilotes patalean por un puente y no tienen una chaucha, que de seguro, quieren sacar de la vaquita lechera del cobre, si mandaran papas para el Norte, pero se las comen ellos solitos y nosotros condenados a comer las malas papas de Coquimbo
en fin, pero siguen inaugurando cáscaras, vacías hasta de solemnidad
se acuerdan de esa vez que fulano lanzó un libro único de una poeta… cuyo nombre no recuerdo, vaya chasco, un solo libro un tremendo acto, gran homenaje unos cuantos tragos de vino y el libro sólo para la autora, por cierto; fue el único, nunca fue editado
ah, y recuerdan ustedes en “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela Desalmada”, ese cuento feroz: “La muerte constante más allá del amor” el senador Onésimo Sánchez que andaba a pleno sol por los recodos más inútiles del desierto acarreando furgones de farándula que descargaban en cada manifestación pública y como de magia aparecían árboles, edificios, falsos animales que emergían al aire como pajaritas de papel, esas casa fingidas de ladrillos rojos y ventanas de vidrio, que tapaban los ranchos miserables de la realidad
toca nuevamente alzar otro tinglado , reventones de botellas de champaña, y verborrea de una inútil retórica vacía de todo contenido, sigue la farsa en este Chile de papel maché y cartón
nuestros Onésimo Sánchez pululando y elevando el tono de la perorata vacía y babosa… es como para exclamar igual que en el viejo programa radial de hace décadas “La familia chilena”… “Señor dame tu fortaleza”
Les parece…
1 Comments:
es triste? no lo es?
el problema, quizás, es que no hay una voluntad en hacer las cosas así, no, se trata de un estulticia que les nace del alma, las brota, les fluye, les mana con tanta intensidad que prácticamente tiene vida propia, se les escapa de las manos, porque uno tiende a pensar que se trata de malicia, y uno toma medidas y consideraciones, pero ese uno no puede tomar prevenciones contra el infinita horizonte de la imbecilidad humana, o bien, claro, se trata de mala intención mezclada a buen ritmo (a un ritmo pachanguero) con idiotismo.
estupidez y malicia, vaya una hermosa mezcla.
saludos, ya en camino a Valparaiso.
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